miércoles, 13 de septiembre de 2023

Doce películas clásicas de aventuras para volver a ver en familia (I)

Princesa japonesa, misterio detectivesco a bordo de un tren de lujo, fantasía al estilo Tintín o historias de piratas: desde Spielberg y Miyazaki hasta Blake Edwards, llénate de las mejores aventuras en pantalla para revivir en familia, a partir de los 8 años.

1. La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza (Star Wars, 1977), de George Lucas

Hace mucho, mucho tiempo, en los años 1970, en la relativamente lejana galaxia de Hollywood, George Lucas revolucionó el cine con la saga de La guerra de las galaxias, responsable directa de que la mayor parte de películas actuales de Hollywood se dirijan hacia un público cada vez más joven. Contra todo pronóstico, y a pesar de que Lucas tuvo grandes problemas para encontrar financiación para su película, se convirtió en un gran éxito. Por eso, el cineasta aseguró a los cuatro vientos que tenía pensado que la película fuera el capítulo cuarto de una extensa saga. El tiránico Imperio domina la galaxia, a pesar de la resistencia de la Alianza Rebelde. Antes de ser capturada, la princesa Leia esconde los planos del arma principal del Imperio, la Estrella de la Muerte, en un droide que irá a parar a las manos de Luke Skywalker. Éste intentará salvar a la princesa, con ayuda del jedi Obi-Wan-Kenobi y el contrabandista Han Solo.

2. E.T., el extraterrestre (E.T. the extra-terrestrial, 1982), de Steven Spielberg

Steven Spielberg no sería quien es si no hubiera rodado esta película. Si ya antes había sorprendido con una visión favorable de la vida más allá de la Tierra en Encuentros en la tercera fase, su siguiente película fue directamente a destrozar el mito del marciano con malas pulgas que viene a nuestro planeta para sembrar la destrucción. ¿Qué ocurriría si el extraterrestre más simpático del universo perdiera el bus de vuelta a casa? Esta pregunta dio origen a la película más personal de Steven Spielberg, de la que ahora celebramos su veinte aniversario. En el pequeño Elliott, que sufre por la reciente separación de sus padres, y que no tiene amigos de su edad, podemos ver el “alter ego” de Spielberg. También él pasó por el divorcio de sus padres, y era un muchacho solitario, que buscaba refugio en su enorme imaginación. Como el protagonista de E.T., que vive en una casa de una zona residencial y juega con sus muñecos de superhéroes. Pero lo que más anhela es un verdadero amigo y, como explica el director, “dentro de esa existencia en solitario llega un regalo de las estrellas, el mejor amigo que pudiera uno imaginar. Por supuesto, esto es algo que nunca me sucedió a mí, pero es una parte de mis fantasías. Cuando yo tenía 9 años deseaba tener un amigo que viniese de las estrellas y creciera conmigo. Y pienso que, en definitiva, de ese deseo surgió la idea de hacer E.T.”

3. Karate Kid (The Karate Kid, 1984), de John G. Avildsen

Primera entrega de lo que, debido a su éxito, constituiría después una larga saga. Nos narra las aventuras de Daniel, un muchacho recién llegado a la ciudad de los Angeles, que pronto se ve envuelto en problemas a causa de "los Cobras", una terrible pandilla de jóvenes luchadores de karate que la toma con él por salir con la antigua novia del líder de la cuadrilla. Daniel deberá recurrir al viejo maestro Miyagi, un conocedor de todas las artes marciales así como un consumado filósofo. Él le entrenará, aconsejará y ayudará para su enfrentamiento con los terribles "Cobras."

4. Regreso al futuro (Back to the Future, 1985), de Robert Zemeckis

Las aventuras de Marty McFly a través del tiempo son casi un clásico. Robert Zemeckis reinventó las travesías temporales que ya ideara H.G. Wells en su célebre novela La máquina del tiempo, varias veces llevada al cine. Zemeckis (Forrest Gump, Lo que la verdad esconde) logra un fabuloso cóctel de acción y comedia, gracias a un guión milimétrico y a una interpretaciones meritorias de los dos actores principales: Michael J. Fox, que da vida a Marty, y Christopher Lloyd, que encarna a Doc, el loco científico amigo del protagonista. En esta primera entrega, Marty viaja a la época del Rock'n Roll para conseguir el encuentro con sus futuros padres. Inolvidable el punteo en el baile de fin de curso. El ritmo es modélico, y las bromas anacrónicas dan mucho juego.

5. Los Goonies (The Goonies, 1985), de Richard Donner

Una pandilla de grandes amigos busca un apetecible tesoro escondido. Es la única manera a su alcance para intentar permanecer unidos, pues el cochino dinero obliga a los padres de dos del grupo a mudarse de casa. De este modo, podrían resolver estos problemas pecuniarios si encuentran el susodicho tesoro en una cueva llena de peligros. Película de aventuras producida por Steven Spielberg y que apasionó a todos los jóvenes de una generación que siempre soñaron con tener un grupo de amigos como los protagonistas. Tiene momentos al más puro estilo Indiana Jones.

6. Todo en un día (Ferris Bueller's Day Off, 1986), de John Hughes

Por una serie de circunstancias fortuitas, al joven Ferris Bueller (Matthew Broderick) se le presenta el día más feliz de su vida. Gracias a su audacia, ha conseguido un espléndido Ferrari descapotable, con el que pretende impresionar a todas las chicas que le salgan al paso. Además, goza de plena licencia para hacer lo que quiera. Pero claro, pasarse de listo le puede traer más de un problema. Pronto se verá metido en líos, de los que deberá salir airoso para que las cosas vuelvan a su cauce. Una divertida comedia de adolescentes, protagonizada por el entonces prometedor actor de El novato, Matthew Broderick. La tensión creada por la frenética actividad de Ferris Bueller contagia al espectador. Aunque no propone una historia interesante, está entretenida.
(cont.)

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