domingo, 14 de julio de 2013

Biografías de cine: Harrison Ford (II)

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La guerras de las galaxias

En 1976, a pesar de sus reticencias en cuanto a contratar actores desconocidos para la película, la Twentieth Century Fox acepta que Harrison Ford sea seleccionado para encarnar a Han Solo en la que se convertirá en una gran
saga del cine: La guerra de las galaxias (Star Wars). Ford obtiene el papel frente a la competencia de Kurt Russell, Nick Nolte, Al Pacino, Christopher Walken o Richard Dreyfuss. George Lucas considera que Ford posee las condiciones para encarnar a un personaje que dispone de una dimensión cínica que contrasta con Luke o Leia. También es un personaje de mayor edad que los otros personajes, con la excepción notable del desempeñado por Sir Alec Guinness, famoso actor británico cuya presencia compensa un reparto formado por actores desconocidos, un riesgo asombroso para una película de tal envergadura. Con la sensación de estar participando en una película para niños, los actores tienen dificultad para interpretar su papel seriamente y hacen constantes bromas durante el rodaje. Con un sueldo de 650.000 dólares, esta película le permite abandonar definitivamente su oficio de carpintero y concentrarse plenamente en su carrera artística. A pesar del fracaso prematuramente anunciado por la Fox, la primera entrega de La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977), posteriormente conocida como La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza (Star Wars (AKA Star Wars. Episode IV: A New Hope), 1977), se convierte en un éxito enorme y hace del actor uno de los predilectos del público. 
Con esta franquicia, George Lucas revolucionó el cine, responsable directa de que la mayor parte de películas actuales de Hollywood se dirijan hacia un público cada vez más joven. Contra todo pronóstico, y a pesar de que Lucas tuvo grandes problemas para encontrar financiación para su película, se convirtió en un gran éxito. Por eso, el cineasta aseguró a los cuatro vientos que tenía pensado que la película fuera el capítulo cuarto de una extensa saga. El tiránico Imperio domina la galaxia, a pesar de la resistencia de la Alianza Rebelde. Antes de ser capturada, la princesa Leia esconde los planos del arma principal del Imperio, la Estrella de la Muerte, en un droide que irá a parar a las manos de Luke Skywalker. Éste intentará salvar a la princesa, con ayuda del jedi Obi-Wan-Kenobi y el contrabandista Han Solo.
Luke Skywalker, Princesa Leia y Han Solo
Aunque la estética se ha quedado bastante desfasada, continúa funcionando porque recupera el espíritu de las viejas películas de aventuras, y el argumento mezcla tópicos del género, con otros sacados del cine negro, el western y las películas de aviación. Aunque hoy en día los efectos especiales parecerán ingenuos, tienen el valor de estar hechos sin recurrir al ordenador, y en su momento fueron un hito. Además, Lucas fundó con los técnicos que había reunido la empresa ILM, que hoy en día siguen siendo los números uno en su campo. El reparto combina ilustres veteranos, como Alec Guinness y Peter Cushing, con jóvenes simpáticos, como el entonces desconocido Harrison Ford y los malogrados Mark Hamill y Carrie Fisher. La filosofía de la fuerza, aún siendo algo simplona, es bastante positiva y parte de principios religiosos.
La película da lugar a dos secuelas en las que Ford continúa en el papel. La primera fue El Imperio contraataca de Irvin Kershner [en la actualidad conocida como La guerra de las galaxias. Episodio V: El imperio contraataca (Star Wars. Episode V: The Empire Strikes Back, 1980)].
Tres años después de arrasar en las carteleras con La guerra de las galaxias, la película más influyente en Hollywood de las últimas décadas, George Lucas dispuso de un presupuesto holgado, que le permitió unos efectos especiales más creíbles. Saturado por las labores de producción, el cineasta delegó la realización en el artesano Irvin Kershner (Los ojos de Laura Marsh) y tuvo la suerte de contar con dos guionistas de excepción, la novelista Lee Brackett, autora de películas como Río Bravo, y Lawrence Kasdan, uno de los grandes escritores y directores estadounidenses de los últimos años.
Tras la destrucción de la Estrella de la Muerte, Han Solo, la princesa Leia, Luke Skywalker y el resto de la Alianza Rebelde se han refugiado en el desértico planeta helado de Tattooine, donde no parece haber vida. Pero las tropas imperiales, bajo el mando de Darth Vader emprenden una búsqueda incansable, y barren la galaxia mediante sondas imperiales. Aunque Han Solo logra destruir una, es demasiado tarde, y transmite señales que alertan de la posición de las tropas rebeldes. Emprenden una rápida evacuación, pero antes deben frenar a los gigantescos vehículos de asalto del Imperio. Se dice que segundas partes nunca fueron buenas, pero ésta es una de las excepciones a la regla, habiendo resistido mejor el paso del tiempo que la película original. Además, aumenta la intensidad dramática porque desarrolla por completo a los personajes. Han Solo se hace menos cínico por amor, y Luke Skywalker pasa de ser un joven granjero ingenuo a un maestro Jedi por su entrenamiento con Yoda.
Luke Skywalker y el maestro jedi Yoda en el planeta Dagobah
En 1983 interpreta de nuevo a Han Solo en El retorno del Jedi [en el computo de la saga La guerra de las galaxias. Episodio VI: El retorno del Jedi (Star Wars. Episode VI: Return of the Jedi)]
El Imperio ha emprendido la construcción de un arma letal, una segunda estrella de la muerte más poderosa que la primera. La Alianza Rebelde planea lanzar un ataque sorpresa, mientras Luke Skywalker y la princesa Leia tratan de rescatar a su amigo Han Solo.
En Tatooine, Jabba the Hutt, la princesa Laia y C3PO 
El capítulo final de la trilogía galáctica original de George Lucas guarda pocas sorpresas, y el guión resuelve las tramas con soluciones fáciles. Además, los ewoks no gustaron demasiado, pese a que simbolizan la fuerza de voluntad y la imaginación. Pero el montaje es ágil, los efectos especiales mejoran incluso el nivel de las predecesoras, y las secuencias de acción resultan bastante espectaculares.
Obi Wan Kenobi
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