sábado, 19 de diciembre de 2020

¿Conoce Vd. las adaptaciones de John le Carré al cine? (II)

 (cont.)

El sastre de Panamá (The Tailor of Panama, 2001), de John Boorman

Por culpa de una aventura con la mujer de un embajador, a Andy Osnard (Pierce Brosnan), un seductor espía británico, lo destinan a Panamá. Una vez allí, se pone en contacto con un sastre de oscuro pasado, pero muy bien relacionado con personalidades de la política y de la mafia y cuya esposa trabaja para el presidente del país. Y la misión de Osnard consiste precisamente en averiguar cuáles son las intenciones del presidente panameño con respecto al canal. En Panamá, donde la corrupción alcanza el rango de las bellas artes, un sastre tan británico (y ex-convicto)
 alimenta a un agente deshonesto de la inteligencia ultrasecreta de Su Majestad... pero totalmente falso. Esto no impide que los gobiernos británico y estadounidense se los tomen muy en serio y preparen una intervención militar en el pequeño estado de Centroamérica. La novela, al menos en sus dos primeros tercios, sonaba a farsa. John Boorman insistió mucho (un poco demasiado, por cierto) en esta dimensión cómica, bien atendida por Geoffrey Rush (con el disfraz de sastre mitómano) y, sobre todo, por Pierce Brosnan. Una sabrosa idea de casting para haber presentado el rostro de James Bond como un espía tan seductor como un embaucador. El resultado es tan cínico como agradable.

El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2005), de Fernando Meirelles

Justin Quayle (Fiennes) es un diplomático británico destinado en Kenya cuya mujer es asesinada junto a un hombre sospechoso de ser su amante, un activista defensor de los derechos humanos de la región. Quayle decide entonces investigar los asesinatos, y comienza a descubrir mucho más de lo que esperaba... Con ella, 
ya no nos reímos. El jardinero fiel es la novela más triste y conmovedora de John le Carré. ¿Es por qué cuenta una maravillosa historia de amor? Justin Quayle, un diplomático tranquilo (y jardinero ávido) en Kenia, es tan modesto como su esposa Tessa, una trabajadora de ayuda humanitaria, es apasionada. Cuando esta última es violada y asesinada, el round-robin descubre una ira y una valentía insospechadas para investigar y tratar de revelar los crímenes cometidos en África por la industria farmacéutica con la complicidad de los países occidentales. La pareja Ralph Fiennes-Rachel Weisz es apabullante, y Fernando Meirelles redescubre, en las escenas filmadas en el caos urbano de Nairobi, la tensión casi documental que tan bien había captado en el barrio bajo de Ciudad de Dios (Cidade de Deus, 2002). El director también tiene la inteligencia (a diferencia de Susanna White en Un traidor como los nuestros) para no suavizar el final del libro, tan oscuro como a menudo es la obra de John le Carré.

El topo (Tinker Tailor Soldier Spy, 2011), de Tomas Alfredson

Años 1970, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes jubilados, Smiley irá recabando información y encajando las piezas necesarias para descubrir al traidor. 
La primera película en inglés del sueco Tomas Alfredson fue este thriller de espionaje, basado en el superventas de John Le Carré. Influenciado visualmente por El conformista (Il conformista, 1970), de Bernardo Bertolucci) y La conversación (The Conversation, 1974), de Francis Ford Coppola, El topo no tuvo un inicio fácil. Y es que los productores no daban con nadie para interpretar a George Smiley. Tras 18 meses de búsqueda, se pensó en Gary Oldman. El camaleónico actor se tiñó el pelo canoso, engordó a base de 'mousse', se empapó de la actuación de Alec Guiness en la serie Los hombres de Smiley y hasta visitó al mismo Le Carré para que le inspirase los tics más íntimos del personaje. Oldman tenía que estar secundado por Michael Fassbender, pero su compromiso con X-Men: Primera generación le hizo renunciar. En su lugar, se propuso a Tom Hardy porque les recordaba a Robert Redford cuando era joven. El resultado fue nominada a tres Oscar: mejor actor, guion y banda sonora, esta última compuesta por Alberto Iglesias.

El hombre más buscado (A Most Wanted Man, 2014), de Anton Corbijn

Un inmigrante, mitad checheno y mitad ruso, llega a la comunidad islámica de Hamburgo reclamando la herencia de su padre. A partir de ese momento despierta el interés de las agencias de seguridad alemana y norteamericana, que están decididas a averiguar cuál es la verdadera identidad de ese hombre: si se trata de una víctima oprimida o de un extremista con tendencias violentas. 
Cuanto mayor era John le Carré, más parecía animado por la ira de un joven por el mal desenvolvimiento de los servicios secretos europeos y su creciente sumisión (en su opinión experta, devastadora) a los "primos" estadounidenses. Esta fría rabia se siente particularmente en esta exitosa adaptación de El hombre más buscado. El cineasta rockero Anton Corbijn filma con elegancia un conjunto trágico de pistas (falsas) en el puerto de Hamburgo, donde los personajes solo pueden relacionarse con una certeza: la traición está en todas partes. Aquí nuevamente, el elenco es real. Robin Wright es un escalofriante ejecutivo de la CIA; Willem Dafoe, viudo como banquero de inversiones y poco preocupado por el dinero sucio de sus clientes; y Rachel McAdams, convertida en una abogada atrapada por su idealismo. La película es particularmente relevante por la increíble composición de Philip Seymour Hoffman como un espía "pasado de moda", aún no completamente resignado a la injusticia de este mundo pero ya abrumado por la tristeza.

Un traidor como los nuestros (Our Kind of Traitor, 2016), de Susanna White

Una joven pareja británica se va de vacaciones a Marruecos. Allí conocen a un carismático millonario ruso que asegura pertenecer a la mafia rusa, donde es el mejor del mundo blanqueando dinero. El mafioso les invita a una fiesta donde les pide ayuda para solicitar asilo político en Inglaterra a cambio de contar todo lo que sabe, desenmascarando a todos los implicados, sus compañeros mafiosos, banqueros e incluso políticos británicos... Adaptación de la novela homónima de John le Carré. Intrigante thriller que lleva a la gran pantalla (por décima vez) la obra del prolífico novelista John le Carré. En esta ocasión, la directora Susanna White adapta el homónimo vigésimo segundo título del escritor británico, que vuelve a narrar una entroncada trama de espías y conflictos entre poderosas fuerzas internacionales. 
Más allá de la historia que explica el guion, firmado por el iraní Hossein Amini, la cinta destaca por un cuarteto protagonista de gran nivel, formado por Ewan McGregor, Stellan Skarsgård, Damian Lewis y Naomie Harris. Desde la notable El espía que surgió del frío (The Spy Who Came In From The Cold), la primera adaptación de una obra de John le Carré, hasta Un traidor como los nuestros (Our Kind of Traitor) han pasado más de 50 años. 

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