miércoles, 30 de agosto de 2017

SIDA y cine: 10 películas testimonios (II)

(cont.)
1.- Parting Glaces (1986), dirigida por Bill Sherwood y protagonizada por Richard Ganoung, John Bolger y Steve Buscemi. Rodada en Nueva York en 1984 se estrenó dos años más tarde. Fue uno de los primeros dramas sobre el SIDA y muchos críticos de cine consideran esta película como una importante obra de la historia del cine gay y una película de culto de ese género.​ El director, Bill Sherwood, murió debido al sida en 1990. Steve Buscemi fue el primer actor de la historia en representar una persona con sida en una película. La historia gira alrededor de una pareja homosexual, Robert (John Bolger) y Michael (Richard Ganoung), unos jóvenes veinteañeros que viven en la ciudad de Nueva York. Robert está por abandonar la ciudad para trabajar durante dos años en África, mientras que su compañero, Michael, se queda. El ex novio de Michael, Nick (Steve Buscemi), a quien le cocina y de quien todavía está enamorado, tiene sida. Parting Glances se desarrolla en un período de dos días, algunas de las escenas toman lugar en la fiesta de despedida de Robert en la casa de una amiga de la pareja, Joan (Kathy Kinney), y en una cena en lo del jefe de Robert, Cecil (Patrick Tull), y su esposa, Betty (Yolande Bavan), quienes tienen un matrimonio poco convencional.
2.- Once More (Encore) (1988), de Paul Vecchiali. Louis deja a su esposa en 1978. En 1987 se muere de SIDA. Una historia contada en diez planos secuencias, uno por cada año, durante el cumpleaños de la hija de Louis. La estructura de esta bonita película de Paul Vecchiali refleja la naturaleza implacable de la enfermedad a mitad de los años 1980. pero este rápido avance hacia la muerte también posee aires de vagabundeo alrededor del amor, que nunca va derecho. Y las terribles arenas del tiempo se convierte entonces en una pegadiza canción: "tic-tac-tic-tac".
3.- Les nuits fauves (1992). Una fenomenal película entre la realidad y la ficción. Cyril Collard se representó a si mismo, un director bisexual y seropositivo, embarcado en una historia de amor, de un romanticismo rabioso, con una chica (Romane Bohringer), a la que puede haber infectado con el virus. Con Maurice Pialat, del que fue ayudante, tomó el pulso de la cine en crisis, del desgarro, de la verdad. Collard fue pionero en hablar abiertamente y sin autoconmiseración de su condición de seropositivo. Murió de SIDA el 5 de marzo de 1993 seis meses después del estreno de su película, a los 35 años de edad,
4.- Philadelphia (1993), dirigida por Jonathan Demme. Otra magnífica película basada en un hecho real, la de un abogado estadounidense que, en 1987, con una pujante carrera profesional en un bufete, fue despedido, no por ninguna falta laboral sino por estar enfermo de SIDA. Fue la primera producción de Hollywood sobre el tema, Philadelphia sorprende por su buen gusto al tiempo que es de una eficacia imparable. Buen trabajo del director y una magistral interpretación del ganador del Oscar por este papel, Tom Hanks. 
5.- N’oublie pas que tu vas mourir (1995), dirigida por Xavier Beauvois. Memento mori, la famosa frase latina traducida la francés es el título de la película. Al comienzo de los años 1990, un estudiante de historia del arte simula una tentativa de suicidio para evitar el servicio militar. El médico que trata su herida, también le realiza la prueba del VIH, descubriendo que es positivo. Delante y detrás de la cámara Beauvois dirige esta película a modo de fábula sobre la lucha del artista con la belleza de la creación y el horror del mundo, la vida esquiva y la muerte cierta. Una mezcla de lirismo y realidad que fue premiada en Cannes con el Premio del Jurado, que, por cierto, presidía Jeanne Moreau. 
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario