martes, 8 de agosto de 2017

Martin Landau, desaparece un gran secundario (I)

El actor estadounidense, una de las estrellas de la serie Misión: Imposible (Mission: Impossible, 1966-1973), con la que ganó un Globo de Oro en 1969, y ganador del Oscar por su papel de Bela Lugosi en Ed Wood, dirigida por Tim Burton, murió el sábado, 15 de julio en Los Ángeles. Tenía 89 años.
Aunque no tuvo una carrera muy brillante como sus inicios  en la década de 1950 en Broadway y su talento prometían. La culpa, tal vez a su fuerte carácter, a unas decisiones arriesgadas o, simplemente, a la mala suerte. Raras veces obtuvo papeles principales. Los productores y directores de cine en la preferida "actor" - los actores de reparto funciones de responsabilidad para poner de relieve las estrellas, sino también capaz de ser un personaje en una aparición extraordinaria, una mirada, una réplica. Y en este registro, Martin Landau fue uno de los mejores. Los productores y los directores le preferían en papeles de carácter, actuaciones secundarias que hacía destacar a las estrellas, pero que también eran capaces de crear un personaje enorme con solo una aparición, una mirada, una réplica. Y, en este registro, Martin Landau fue uno de los mejores. 
Su carrera cinematográfica comenzó al final de los años 1950 con La cima de los héroes (Pork Chop Hill, 1959), de Lewis Milestone, y destacando en su segunda película, nada menos que Con la muerte en los talones (North by Northwest, 1959), del director Alfred Hitchcock.
Este chico de Brooklyn había comenzado trabajando como dibujante en la prensa escrita. pero su sueño secreto era la interpretación. Después de algunas experiencias anecdóticas sobre los escenarios, supera las audiciones para ingresa en el prestigioso Actors Studio de Lee Strasberg en 1955, compitiendo con 2.000 candidatos. Únicamente dos fueron admitidos: Steve McQueen y él. 
En el cine se hace un sitio después de su segunda película, la ya citada Con la muerte en los talones, en la que con su gran tamaño, su pelo negro azabache (que comenzará a blanquearse muy pronto) y sus penetrantes ojos azules  que llenaban la pantalla, como secretario ambiguo y ejecutor de las malas artes de James Mason. Difil es olvidar su aire sádico cuando pisa minuciosamente los dedos de Cary Grant colgado de los acantilados del Monte Rushmore den la secuencia final.
Landau impresiona aún como Rufio, el soldado romano, en el gran peplum de Cleopatra (1963), de Mankiewicz, posteriormente como vaquero junto a su amigo Steve McQueen en Nevada Smith (1966), de Hathaway. Pero va a ser la televisión la que le dará la fama gracias a ls serie Misión Imposible, donde encarna al experto en el arte del disfraz Rollin Hand – hahsta seis identidades diferentes en cada episodio-. Al cabo de cuatro temporadas se enfada con la productora que se niega a concederle el mismo salario que la nueva estrella de la serie, Peter Graves.
Se exilia en Inglaterra con su mujer, la actriz Barbara Bain, para retornar con la serie kitsch italo-británica de ciencia-ficción, con los años, transformada en serie de culto en su género, Espacio: 1999 (Space: 1999),  producida por ITC Entertainment y RAI y emitida de 1975 a 1977.

Su vuelta a los Estados Unidos, al final de los años 1970, fue una gran decepción. Como declaró a Isabelle Danel en 1995, "Los que tomaban las decisiones no eran los mismo. Para ellos, yo era el pasado y no imaginaban ni por un segundo que los espectadores que me veían en la pequeña pantalla, podrían pagar ni un centavo por verme en en el cine. Tuve que volver a comenzar de cero. Martin Landau vuelve al Actors Studio, como profesor esta vez. participa en malas películas, "para pagar las facturas", reconoció, antes de renacer artísticamente en 1988 gracias a Tucker, un hombre y su sueño (Tucker: the Man and His Dream), de Francis Ford Coppola. Su interpretación del hombre de negocios Abe Karatz le valió su primera nominación al Oscar al mejor actor de reparto... y la admiración de Woody Allen que lo elegiría para interpretar a Judah, el oftalmólogo asesino de Delitos y faltas (Crimes and Misdemeanors, 1989). 
(cont.)

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