viernes, 5 de enero de 2018

El cine americano: el nacimiento de la gran industria (I)

El imperio de Hollywood

Dispuestos a cambiar la cara de las películas que hasta el momento se venían haciendo, los empresarios y hombres de cine estadounidenses  encuentran un lugar tranquilo, con amplio horizonte en el que deciden asentarse y levantar allí el gran imperio industrial. La "fábrica de sueños" ya tiene residencia fija. El dominio de Hollywood es un hecho y los grandes estudios buscan, pues, la forma de aumentar la eficiencia de la producción. 
La burocracia se extiende en el imperio de la creación. Los talentos extranjeros, fundamentalmente europeos, llegan a esta nueva tierra y se encuentran con un mundo controvertido en el que el poder y la riqueza habían transformado y traicionado las directrices propias del arte. La vida dentro y fuera del estudio, la ficción y la realidad se entremezclan de tal forma que hace tambalear el prestigio y la continuidad de numerosas estrellas. Los grandes creadores , las mejores películas, numerosos rostros aclamados por enfervorizados espectadores, componen parte de esta jungla de celuloide, en la que los fuertes no dan opción alguna a los débiles. 
El Hollywood Hotel fue el principal centro social de Hollywood durante
su primera época. Muchas estrellas acudían a los bailes de los jueves, o
incluso residían permanentemente en este hotel

El imperio de  Hollywood

Según Hollywood se fue convirtiendo en el centro de la producción cinematográfica y en nido de celebridades, las películas empezaron recibir mayor atención por parte de la crítica, pero los escándalos también provocaron la ira moralizadora de la prensa.
Fue en 1917, en Athletic Club de Sunset Bulevar, una larga avenida comercial, que va desde el barrio comercial de Los Angeles hasta el océano. Se trataba de un área seminatural, con sólo unas cuantas mansiones o ranchos que se extendían a ambos lados de la carretera, con las colinas formando pequeños cañones hacia el Norte, y convirtiéndola en una llanura abierta hacia el Sur. Charles Chaplin vivía en el Athletic Club. Su hermano se presentó en él para comunicarle una buena noticia: la de un contrato con la First National para realizar ocho películas de dos bobinas a cambio de 1.075.000  dólares. Chaplin se quedó patidifuso. Se echó a la calle y se compró la cosa más cara que pudo encontrar: un Locomobile de 4.900 dólares. Algo parecido a esto: 
Nacido en 1889, Charles Chaplin podía fácilmente haber muerto en la batalla del Somme. Pero, en lugar de ello, marchó a Estados Unidos, rodó un mediometraje cómico sobre la guerra Armas al hombro (Shoulder Arms, 1918), y se convirtió en el hombre más famoso del mundo, en un nuevo emperador , tan asombrado ante su riqueza que fue derivando hacia una especie de ingenuo socialismo utópico. 
La guerra había paralizado la industria cinematográfica europea; pero, durante la misma, se había producido la emergencia y consolidación de la norteamericana. Hollywood estaba a punto de convertirse en el centro cultural del mundo, en la "fábrica de sueños" que fusionó los dos grandes ideales norteamericanos: ganar dinero y la búsqueda incansable de la felicidad. Entre 1912 y 1919 se produjeron importantes cambios en Estados Unidos. La Motion Picture Patents Company ((o MPPC., llamada también Edison Trust) fracasó en sus intentos de dominar la gran masa de compañías dedicadas a la producción, la  exhibición y los intercambios de películas. Esas empresas y los individuos que más se resistían al monopolio de la Patents Company figuraron entre los que se desplazaron hacia el Oeste y comenzaron a organizar la industria tal y como a ellos les parecía. 

(cont.)

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