viernes, 8 de abril de 2022

Biografías de cine: Bette Davis (III)

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Problemas legales
Convencida de que su carrera estaba siendo perjudicada por una serie de películas mediocres,​ Davis aceptó en 1936 una oferta para aparecer en dos filmes en Londres.​ Huyó a Canadá para evitar que le entregasen citaciones judiciales consciente de que estaba inclumpliendo su contrato con Warner Bros. Finalmente, llevó el caso ante los tribunales del Reino Unido con la esperanza de librarse del acuerdo.​ Más tarde, Davis recordó el alegato inicial del abogado representante de Warner Bros., Sir Patrick Hastings,​ quien instó al tribunal a «llegar a la conclusión de que Davis es más bien una dama joven y astuta cuyo único propósito es el de conseguir más dinero».​ El letrado se burló de la descripción de «esclavitud» que Davis había hecho del contrato al afirmar​ erróneamente que los pagos consistían de 1350 USD semanales. A su vez, Hastings añadió: «Si alguien quiere someterme a perpetua servidumbre sobre la base de dicha remuneración, me comprometo a tomarlo en consideración».​ La prensa británica ofreció poco apoyo a Davis y la calificó de «sobrepaga» e «ingrata».
Bette Davis y Humphrey Bogart en La mujer marcada (1937)
Davis explicó su punto de vista a un periodista diciendo: «Supe que, si seguía apareciendo en películas mediocres, no tendría nunca una carrera por la que valiera la pena luchar».​ El abogado de Davis presentó sus denuncias: la actriz podía ser suspendida sin sueldo por negarse a trabajar, sumándose el período de suspensión a la duración de su contrato; podía ser llamada a desempeñar cualquier papel dentro de sus capacidades independientemente de sus creencias personales; podía ser requerida para apoyar un partido político en contra de sus creencias; o su imagen podía ser expuesta de cualquier manera que el estudio considerara pertinente.64​ Jack Warner testificó y se le preguntó: «Cualquier papel que usted elija para que interprete... sin importar si es desagradable o humillante, ¿tiene que interpretarlo?», a lo que Warner respondió: «Sí, debe interpretarlo».​ El caso fue resuelto por Branson J. en el Tribunal Superior Inglés en contra de Davis, que regresó a Hollywood66​ endeudada y sin ingresos para reanudar su carrera. La actriz estadounidense Olivia de Havilland inició un caso similar contra la Warner en 1943 y lo ganó.​
Bette Davis y Henry Fonda en Jezabel (1938)
El éxito con Warner Bros. 
Davis comenzó a trabajar en La mujer marcada (Marked Woman, 1937), un drama negro inspirado en el caso de Lucky Luciano, recreando a una prostituta.​ Por su actuación, fue galardonada con la Copa Volpi en el Festival de Cine de Venecia de 1937.​ Durante la producción de su siguiente filme, Jezabel (1938), Davis inició una relación con el director William Wyler. Más tarde, lo describió como «el amor de mi vida» y dijo que hacer la película con él fue «el momento más feliz de mi vida».​ La película fue un éxito y la actuación de Davis como una belleza sureña consentida le valió su segundo premio de la Academia, lo que llevó a la especulación dentro de la prensa de que podría ser elegida para interpretar un personaje similar, el de Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó. Davis manifestó su deseo de interpretar a Scarlett​ y mientras David O. Selznick estaba llevando a cabo la búsqueda de la actriz que interpretaría el papel, una votación radiofónica la nombró como la favorita del público.​ Warner ofreció sus servicios a Selznick como parte de un acuerdo que también incluía a Errol Flynn y Olivia de Havilland, pero Selznick no consideró adecuada a Davis y rechazó la oferta.
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