martes, 3 de marzo de 2015

Estereotipos cinematográficos de la mujer (II)

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  • La mater amabilis o guardiana del hogar. Es el ama de casa feliz, de mediana edad, amorosa y atenta con sus hijos y su marido. Una buena persona sin mucho que aportar en ningún sentido. Pueden verse en películas como ¡Que verde era mi valle! (How green was my valley, 1941), de John Ford o El padrino (The goofather, 1972), de Francis Ford Coppola.
  • La madre espiritual. Como en Canción de cuna (1994) de José Luis Garci o Siete mujeres (7 Women -AKA Seven Women-, 1966) de John Ford.




















La mater dolorosa. Es la madre sufridora que observa cómo sus hijos son maltratados por la vida y que incluso pueden llegar a maltratarla a ella. Es uno de los poco tópicos de edad madura o rozando la ancianidad. Se encuentra en Ama Rosa (1960) de León Klimovsky y en El Bola (2000) de Achero Mañas.
  • La madre castradora. La madre dominante que coarta la libertad de acción y pensamiento de sus hijos, especialmente con los hijos varones llegándole a crear secuelas psicológicas irreversibles. También suelen ser maduras y de aspecto severo. Como Mi hijo (Mon fils est à moi, 2006) de Martial Fougeron .
  • La madrastra. Muy parecida en comportamiento a la anterior pero con hijos no naturales. La encontramos en La Cenicienta (Cinderella, 1950) de Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson. 
  • La madre del monstruo. La madre desnaturalizada que engendra un hijo no deseado o deseado pero que no es lo que se esperaba, vástago al que termina enfrentándose o destruyéndolo. Un arquetipo en Al rojo vivo (White Heat, 1949) de Raoul Walsh. 
  • La madre sola. Soltera o viuda que debe enfrentarse a grandes problemas y dificultades vitales. Erin Brockovich (2000) de Steven Soderbergh o Mujercitas (Little Women, 1949) de Mervyn Leroy o Mujercitas (Little Women, 1994) de Gillian Armstrong. 
  • La madre coraje. Puede parecerse a la anterior. No sin mi hija (Not Without my Daughter, 1990) de Brian Gilbert; Bailar en la oscuridad (Dancer in the Dark, 2000) de Lars Von Trier o El aceite de la vida (Lorenzo’s oil, 1992) de George Miller, son algunos ejemplos. 























  • La madre sin hijos. Son mujeres jóvenes de perfiles psiquiátricos enfermizos se obsesionan con su incapacidad para engendrar en claro desequilibrio con su deseo de maternidad, lo que les provoca problemas conyugales y con la justicia, puesto que tienden a secuestrar física o psicológicamente a los hijos de otros. La mano que mece la cuna (The Hand That Rocks the Cradle, 1992) de Curtis Hanson es el prototipo.
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