viernes, 16 de enero de 2015

Centenario del Technicolor (I)

En 1915 tres licenciados del MIT (siglas en inglés del  Massachusetts Institute of Technology, de ahí el tech del nombre de la firma), fundaron la empresa Technicolor Motion Picture Corporation, que crearía grandes películas con gama cromática completa.
Originalmente Technicolor se creó como un sistema de dos colores (rojo y verde). En el Proceso 1, un prisma detrás de la lente de la cámara exponía dos fotogramas consecutivos en un solo negativo en blanco y negro, uno de los fotogramas bajo un filtro rojo, y el otro bajo un filtro verde. Como los dos fotogramas se exponían al mismo tiempo, la película debía filmarse y proyectarse al doble de velocidad. La exhibición requería un proyector especial con dos aperturas, una tras un filtro rojo y otra tras un filtro verde, dos lentes, y un prisma ajustable que alineaba las dos imágenes en la pantalla. Los resultados se hicieron públicos por primera vez al Instituto Americano de Ingenieros de Minas en Nueva York el 21 de febrero de 1917. La propia Technicolor produjo la única película filmada en el Proceso 1, The Gulf Between, que tuvo una distribución limitada en ciudades del este de Estados Unidos, comenzando con Boston y Nueva York en septiembre de 1917, principalmente para interesar a los productores de cine y los exhibidores en el color. La necesidad casi constante de un técnico para ajustar el alineamiento de la proyección condenó este proceso de color aditivo. Sólo se conservan hoy en día algunos fragmentos de The Gulf Between, mostrando a la estrella Grace Darmond.
Fotograma de un fragmento superviviente de The
 Gulf Between (1917), primera película en Technicolor.
Convencido de que los procesos de color aditivo no tenían futuro, Kalmus centró su atención en los procesos de color sustractivo, culminando en lo que sería conocido como el Proceso 2 (1922) (a veces llamado confusamente "de dos tiras"). Como antes, la cámara especial de Technicolor usaba un separador de luz que exponía simultáneamente dos fotogramas de una sola tira de película en blanco y negro, uno tras un filtro verde y el otro tras un filtro rojo.
La diferencia era que el negativo en dos componentes ahora se usaba para producir una película en color sustractivo. Como los colores estaban físicamente presentes en la copia, no se requería un equipamiento de proyección especial, y la correcta visualización de las dos imágenes no dependía de la habilidad del proyeccionista.
Los fotogramas expuestos tras el filtro verde se imprimían en una película en blanco y negro, y los fotogramas tras el filtro rojo se imprimían en otra película. Tras un desarrollo, cada película se cambiaba químicamente de color aplicándole un color complementario al del filtro correspondiente, tinte rojo para las imágenes de filtro verde, y tinte verde para las filtradas en rojo. A diferencia del tinte, que añade un velo uniforme de color a la imagen completa, el cambio químico de color reemplazaba la plata de la imagen en blanco y negro por una materia colorizada translúcida, de forma que las zonas oscuras quedaban fuertemente coloreadas y los tonos intermedios se coloreaban proporcionalmente. Las dos tiras, hechas de un grosor inferior al habitual, se pegaban entonces superpuestas para crear la copia de proyección en color. The Toll of the Sea debutó el 26 de noviembre de 1922 como la primera película de distribución general que usó el Technicolor.
Fotograma de la película en Technicolor The Toll of the Sea (1922)
La segunda producción íntegra en color en este proceso, Wanderer of the Wasteland, se estrenó en 1924. El proceso 2 también se usó para secuencias en color de películas de distribución mayoritaria como Los diez mandamientos (The Ten Commandments, 1923), El fantasma de la ópera (The Phantom of the Opera, 1925) y Ben-Hur (1925). El pirata negro (The Black Pirate, 1926), de Douglas Fairbanks, se convirtió en la cuarta producción filmada íntegramente en Technicolor.
Fotograma de Los diez mandamientos (1923)
Aunque de éxito comercial, el proceso 2 estuvo plagado de problemas técnicos. Como las imágenes de los dos lados de la película no estaban exactamente en el mismo plano, no se podían enfocar perfectamente al mismo tiempo. La importancia de este problema dependía de la profundidad de campo de la óptica del proyector. Más serio fue el problema de la hinchazón de la película. Las películas en general tendían a combarse tras el uso repetido. Cada vez que se proyectaba una película, cada fotograma se calentaba por la intensa luz del proyector, haciendo que se hinchara ligeramente. Después, se enfriaba, y la hinchazón remitía, pero no del todo. Se descubrió que las películas pegadas no sólo tenían mucha tendencia a esa hinchazón, sino que la dirección de la misma podía de repente y aleatoriamente cambiar de la parte de atrás a la de delante o viceversa, así que incluso el proyeccionista más atento no podía evitar que la imagen de repente se desenfocara cuando cambiara esa dirección. Technicolor debía entonces suministrar copias nuevas para que les mandaran las copias deformadas a los laboratorios de Boston para aplanarlas, tras lo cual podían volver a la circulación, al menos por un tiempo. El grosor especial de la película y la presencia de capas de imágenes en ambas superficies hacía que las copias fueran especialmente vulnerables a los arañazos, y como los arañazos eran de colores muy vivos, suponían una gran molestia. Cortar una copia de película en proceso 2 sin atención especial a su construcción inusualmente laminada solía acabar en un mal corte que se atascara en el proyector. Incluso antes de que se descubrieran esos problemas, Technicolor tenía claro que esa idea de películas pegadas era sólo una solución provisional, y ya estaban trabajando para desarrollar un proceso mejorado.
Basándose en la misma técnica de transferencia de tinta que aplicó por primera vez en las películas Max Handschiegl en 1916, se desarrolló en 1928 el proceso 3 de Technicolor para eliminar la copia de proyección basada en dos películas pegadas y reemplazarla por una copia creada por tinta embebida. La cámara Technicolor del proceso 3 era idéntica a la del proceso 2 en todo, fotografiando dos fotogramas consecutivos en la misma película en blanco y negro tras filtros rojo y verde.
En el laboratorio, los fotogramas del filtro rojo se imprimían en una película de gelatina especialmente preparada (llamada "película matriz") para crear una filmación roja, y el resto de los fotogramas se imprimían en una segunda tira de película similar para crear una filmación verde. Al exponerla a una luz ultravioleta donde fuera necesario, la gelatina se endurecía en esas zonas. Las áreas no expuestas a la luz se lavaban dejando una especie de relieve de gelatina endurecida. Las dos películas matriz se sumergían en baños de tinte de sus colores complementarios. La tira de grabación roja se teñía de verde, y la de verde se teñía de rojo. Cuanto más dura estuviera la gelatina, mayor cantidad de tinta absorbería.
Durante la impresión final, las matrices se ponían en contacto con una tira de película emulsionada (conocida como "película en blanco") y la tinta se transfería de las matrices a la nueva copia. Con un mordiente a base de quitina desacetilizada que se aplicaba a la película en blanco antes de la impresión, se evitaba que la tinta se corriera. Como este proceso de transferencia de tinta se introdujo más o menos al mismo tiempo que el sistema de sonido en película, la emulsión de la película en blanco se adaptó a una película donde se imprimía primero la banda sonora en blanco y negro, y después se añadía la tinta.
La primera película realizada íntegramente en el proceso 3 de Technicolor fue The Viking (1928), que tenía música sincronizada y efectos de sonido. Redskin (1929), con música sincronizada, y La isla misteriosa (The Mysterious Island, 1929), parcialmente hablada, se rodaron casi íntegramente en este proceso, pero también incluían algunas secuencias en blanco y negro. Las siguientes películas se hicieron íntegra o casi íntegramente en el proceso 3 de Technicolor: 
  • On with the Show! (1929) (primera película 100% sonora en color), 
  • Las castigadoras de Broadway (Gold Diggers of Broadway, 1929), 
  • Arriba el telón (The Show of Shows, 1929), 
  • Sally (1929), 
  • The Vagabond King (1930), 
  • Follow Thru (1930), 
  • Aurora dorada (Golden Dawn, 1930), 
  • Hold Everything (1930), 
  • La canción de la estepa (The Rogue Song, 1930), 
  • Song of the Flame (1930), 
  • Song of the West (1930), 
  • The Life of the Party (1930), 
  • Sweet Kitty Bellairs (1930), 
  • La novia del regimiento (Bride of the Regiment, 1930), 
  • Mamba (1930), 
  • Whoopee! (1930),
  • El rey del Jazz (King of Jazz, 1930), 
  • Under a Texas Moon (1930), 
  • Bright Lights (1930), 
  • Viennese Nights (1930), 
  • Woman Hungry (1931), 
  • Kiss Me Again (1931) 
  • Fifty Million Frenchmen (1931). 
Además, también se realizaron numerosos cortometrajes en el proceso 3, incluyendo los primeros dibujos animados sonoros en color de productores como Ub Iwerks y Walter Lantz. Song of the Flame se convirtió en la primera película en color en panorámico (usando un sistema llamado Vitascope, que empleaba película de 65mm).
Fotograma de La isla misteriosa (1929)
En 1931, se desarrolló una mejora del proceso 3 que eliminaba el granulado de la película, resultando en colores más vivos y brillantes.11 Este proceso se estrenó en la película de Radio Pictures titulada The Runaround (1931). El nuevo proceso no solo mejoraba el color, sino que también eliminaba las motas de la pantalla que anteriormente desenfocaban y reducían la visibilidad. Esta nueva mejora, junto con una reducción de coste (de 8,55 centavos a 7 centavos por pie de película) llevaron a un nuevo resurgimiento del color. Warner Brothers tomó la iniciativa produciendo tres películas (de un plan inicial de seis): Manhattan Parade, 1932), Doctor X (1932) y Los crímenes del museo de cera (Mystery of the Wax Museum (1933). Radio Pictures la siguió anunciando planes de hacer cuatro películas más en el nuevo proceso. Sólo una de ellas, Fanny Foley Herself (1931), llegó a producirse. Aunque Paramount Pictures anunció planes de hacer ocho películas y Metro Goldwyn Mayer prometió dos películas en color, ninguna de ellas se materializó. Esto se debe a la tibia recepción del público de las nuevas películas en color. Se harían dos películas independientes más en este proceso 3 mejorado, Legong: Dance of the Virgins (1934) y Kliou the Tiger (1935).
Fotograma  de Doctor X (1932)
Muy pocos de los negativos originales en Technicolor de esta época han sobrevivido. A finales de los cuarenta, la mayoría se purgaron de los archivos de los almacenes de Technicolor para hacer sitio, después de que los estudios rechazaron reclamar el material. Las copias originales en Technicolor que sobrevivieron hasta los cincuenta se solían usar para hacer copias en blanco y negro para televisión y después sencillamente se tiraban. Esto explica por qué tantas de las películas primitivas en color se conservan hoy únicamente en blanco y negro.
Warner Bros., que había pasado de exhibidor menor a estudio importante al introducir el cine sonoro, incorporó la impresión en Technicolor para realzar sus películas. Otros productores siguieron el ejemplo de Warner Bros. haciendo películas en color, ya fuera con Technicolor o con uno de sus competidores, como Brewster Color y Multicolor (después Cinecolor). Sin embargo, la introducción del color no mejoró las cifras de espectadores para hacerla rentable. Esto y la Gran Depresión dañaron severamente las finanzas de los estudios, y marcaron el final del primer éxito económico de Technicolor.
(cont.)

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