jueves, 27 de febrero de 2014

Efemérides de cine: El beso de Judas

El 27 de febrero de 1953 se estreno la película española El Beso de Judas, dirigida por Rafael Gil. Protagonizada por Rafael Rivelles, Francisco Rabal, Gerard Tichy, Fernando Sancho, Félix Dafauce, Luis Hurtado, José Nieto, Mercedes Albert, Gabriel Alcocer, Manuel Monroy, Pedro Anzola, Arturo Fernández. Producción: Aspa Producciones. Distribución: CIFESA.
Sinopsis argumental: Narra la historia de Judas Iscariote (Rafael Rivelles) con su famoso beso delatando a Jesús ante romanos por un dinero.
Nominaciones y premios: Premio a la Mejor película en el Festival de Venecia. Accesit de la Oficina Católica del Cine en el Festival Internacional de cine de Venecia.
Comentario: El gran misterio de la religión cristiana sigue siendo aún hoy la traición de Judas Iscariote, a su maestro, Jesucristo. A esta incógnita se enfrento Rafael Gil, y todo un equipo de producción entre los que se encontraba, Rafael Rivelles, quien encarna la figura de Judas. El actor se mueve como pez en el agua, ante personaje de tan magna envergadura, y reinterpretando un episodio de la historia del Nuevo Testamento que convulsionó de tal forma la Humanidad entera.
Las revistas de la época describían con arrebato la espectacularidad de El beso de Judas, pocas veces vista antes en el cine español, ni siquiera en Alba de América, de Juan de Orduña, que al final se había rodado con severos recortes presupuestarios . Ochenta y dos decorados, exteriores rodados en Tierra Santa (Rafael Gil se trasladó con un equipo en el verano de 1953 y las imágenes serían utilizadas en planos largos o en transparencias en la película), un reparto brillante y –sobre todo– un interesante idea argumental caracterizaban El beso de Judas: narrar la historia de Jesús desde el punto de vista de Judas.
La idea de contar el drama de Judas (que ya había sido tratada en El Judas, (1952), de Ignacio F. Iquino, bajo la forma de los actores de una Pasión viviente que se representa en un pueblo de Cataluña )se remonta al verano de 1952. Escrivá presentó el proyecto a la United Artists que lo acogió con entusiasmo garantizando una óptima distribución en numerosos países americanos. Con esta garantía no se reparó en gastos montándose escenas espectaculares inspiradas en el modelo americano del gran Cecil B. De Mille, si bien el tono en blanco y negro de El beso de Judas tiene concomitancias estéticas y aún dramáticas con la versión de la vida de Cristo que filmara Julien Duvivier en su Gólgota de 1935 . Enrique Alarcón (dirección artística) y Alfredo Fraile, (fotografía), colaboradores habituales de Gil, lograron uno de sus mejores trabajos en una producción que contó además con Cristóbal Halffter en la música solemne y ajustada que acompañaba las imágenes, y con José Antonio Rojo en el montaje, otro frecuente colaborador del director, cuya obra es historia viva del cine español. Judas, el apóstol traidor es una de las figuras más enigmáticas de la historia de la humanidad, como reconociera Giovanni Papini que dedicó un libro entero al personaje. La presentación de un Judas ambicioso y político que se decepciona al comprobar que Cristo no predica la lucha armada y la revolución contra Roma es plausible, y aparecería años después en la futura Rey de Reyes, la producción de Samuel Bronston de 1961 dirigida por Nicholas Ray.
En la versión de Gil y Escrivá se logra una muy interesante descripción psicológica del apóstol; se trata de un intelectual y un rebelde orgulloso que sueña con derrocar el poder romano y desconfía de la humildad como método. Se siente atraído por Jesús porque su inteligencia y su intuición le advierten que hay algo excepcional en aquel joven nazareno que proclama una doctrina nueva. Un secuencia espléndida describe al carácter de Judas, y es aquella en la que Jesús va eligiendo a sus apóstoles. Nombre a nombre se van sucediendo los elegidos, Judás que lo espera se impacienta al no escuchar el suyo entre los primeros y decepcionado se levanta para abandonar la reunión. Entonces, en el último lugar, Jesús pronuncia por fin su nombre y la vanidad de Judas se desborda, regresa y acepta encantado la misión que se le encomienda.
El inicio de la película es ciertamente espectacular, como lo es el enfrentamiento entre Pilatos (Gerard Tichy) y el centurión romano amigo de Jesús (Francisco Rabal), la resurrección de Lázaro, o la Pasión, una escena recreada por grandes cineastas (Griffith, De Mille, George Stevens, Wyler, Pasolini, Rossellini. Zefirelli o Mel Gibson) y que siempre resulta espectacular. El instante del milagro de la niña inválida que comienza a caminar cuando Jesús agoniza en la Cruz es emocionante. William Wyler recogería un milagro similar (la madre y la hermana de Judah Ben Hur curadas en el momento de la muerte el Crucificado) en una emotiva escena de Ben Hur (1959).
El itinerario dramático de Judas Iscariote termina en la tragedia de su traición que le reporta soledad, amargura y un fracaso tan íntimo y profundo que la única salida posible es la muerte. En un momento de extraordinaria intensidad dramática, Judas busca cobijo en la noche de Pascua sin poder encontrar a nadie que le atienda. Tan solo una casa le abre sus puertas pero pronto contempla horrorizado que es la del carpintero que está construyendo la cruz donde Cristo será crucificado.
Rafael Rivelles -que había protagonizado El Quijote de Rafael Gil de 1947- logra una interpretación antológica de Judas, él sostiene el nudo dramático de la historia ya que las acciones secundarias (el centurión converso al cristianismo, el egoísmo de Pilatos, la ingenuidad de los apóstoles ) no alcanza la altura del drama principal. El resto del reparto lo componen Fernando Sancho, José Nieto, Francisco Rabal, Felix Dafauce, Luis Hurtado y un actor desconocido llamado Gabriel Alcocer que compone con respeto y sinceridad la imagen de Jesús.
El beso de Judas se rodó entre el 8 de agosto y el 10 de noviembre de 1953. Aparte de las escenas en Tierra Santa la filiación tuvo lugar en Aguilas (Murcia) y en los estudios CEA de Madrid. Se estrenó en el cine Rialto de Madrid el 27 de febrero de 1954 y en el Kursaal de Barcelona el 12 de marzo de ese mismo año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario