jueves, 24 de agosto de 2023

Doce películas de Godard para ver una vez en la vida (III)

(cont.)

9. Salve quien pueda (la vida) (Sauve qui peut (la vie, 1980)

Manifiesto cinematográfico donde Godard ilustra, en una secuencia inflada, el sometimiento a las cadenas del deseo y el lucro. Repleta de destellos poético-cinematográficos, esta película reinventa un arte de filmar el paisaje, un beso, un cuerpo, un movimiento.

10. Nueva Ola (Nouvelle Vague, 1990)

Esta película difícil, con numerosas citas literarias, genera varias lecturas, según se sea sensible a la conversión de una mujer tocada por el milagro de una resurrección, al mito del eterno retorno o al cambio de actitud del deseo. amar. Godard habla del Antiguo y Nuevo Testamento, del amor, de la mentira, de la redención.

11. Hélas pour moi, (1993)

En esta película sobre la duda y la fe, nueva variante (después de la Nouvelle Vague) del relato del eterno retorno, Godard opone la palabra y lo visible, y compara la frustración de Dios con las angustias del creador que es, impotente para poseer lo real, para filmar lo infilmable. En esta película austera pero inspirada, hay magníficas iluminaciones, un pecho en la oscuridad, una forma de ver los árboles, la hierba, el cielo, el agua...

12. Histoire(s) du cinema (1998)

A la vez ópera revolucionaria y oración fetichista, sus Histoire(s) du cinema ofrecen un placer extático del que brota un enérgico optimismo. Detrás de la voz de ultratumba del cineasta, nos vuelve a la memoria una de sus declaraciones sobre la fecunda belleza de la oscuridad: “¿No se dan  los paseos más bonitos al caer la noche cuando hay esperanza para el día siguiente? [...] Para mí, el crepúsculo trae esperanza en lugar de desesperación.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario