William Friedkin, muerte de un cineasta explosivo (II)

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Falsificaciones de la vida real hábilmente elaboradas por Rick Masters, el antagonista de la película, Willem Dafoe, aterrador en uno de sus primeros papeles. La secuencia que abre To Live and Die in LA (el título original) impresiona por su precisión. Y por una buena razón, Friedkin siguió las recomendaciones de un verdadero falsificador, liberado de prisión para la ocasión.

Atraído por el inframundo y los barrios marginales, inspirado por su tío, a quien retrata a su antojo como un policía canalla de Chicago, a Friedkin le gustaba contar historias. Cada documental, cada nueva entrevista o clase magistral viene con su cuota de anécdotas. Su autobiografía también se subtitula Memorias de un cineasta legendario, una leyenda que con mucho gusto pondríamos en plural. "Billy el Loco" se jacta de haber sido despedido varias veces de sus películas por los productores y regresa por el menú sobre sus caóticos rodajes.

Sorcerer (1977)

Incluida una en particular, la de Carga maldita (Sorcerer, 1977), un remake de El salario del miedo, de Henri-Georges Clouzot. Dos camiones en la selva bajo la lluvia, un puente colgante y cajas de nitroglicerina. Un disparo explosivo. Friedkin sufría de una obsesión por el realismo: quemó sin contar los millones de dólares de Universal y Paramount e hizo construir los decorados íntegramente en República Dominicana y luego en México. Sólo la lluvia es falsa. El director vuelve delgado y enfermo. Con una gran película incomprendida, también enfermiza, como La puerta del cielo o Apocalypse Now en la misma época, se disparan otras “fitzcarraldescas”. Una película… eclipsada en taquilla por la primera obra deStar Wars, que sale dos semanas después.

Sorcerer, es el nombre de uno de los dos camiones del Carga maldita o El salario del miedo (su título en español), inspirada en el título de un disco de Miles Davis. De maestros espirituales, Friedkin tuvo muchos, siempre fingió estar desvinculado de ellos. Rembrandt, Mahler, Ravel, Debussy; en la música y en la pintura, los grandes siguen siendo inigualables para él. Por el lado del cine, lo sentimos menos radical. Chico malo de New Hollywood, impulsado por el deseo de romper los grilletes, el director cita pocas influencias. Prefiere desmentir el de su ex (y temporal) padrastro Howard Hawks. Y recuerda especialmente de un encuentro con Hitchcock en el plató de un episodio de Alfred Hitchcock presenta que le habría reprochado que no llevara corbata.

Bug (2006)

Pensamos que se había perdido después de Vivir y morir en Los Angeles. En las décadas de 1980 y 1990, siguió una serie de películas menores y bastante malas. Pero Friedkin puso en escena óperas a finales del milenio, luego reapareció en el cine en 2006 con la sorpresa Bug, un thriller psicológico donde Michael Shannon se cree devorado por insectos. Siguió en 2011 con otra película magníficamente violenta y viciosa, Killer Joe.

Killer Joe (2011)

Tras los thrillers absolutos, el cine de terror y el cine de aventuras, una película tribunales, "el género americano por excelencia", el que aún faltaba en su filmografía. La historia de este director es una obra habitada por una violencia totalmente americana, atravesada por personajes en conflicto consigo mismos, encerrados, en una jungla, a puerta cerrada o en su propia condición.