lunes, 21 de noviembre de 2022

El cine de lo cotidiano (V)

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Las películas que mostraban a las mujeres trabajadoras llegaron al mismo tiempo que el cine sonoro
. En su libros, From Reverence to Rape, Molly Haskell describe como la Gran Depresión creó la necesidad de heroínas más accesibles y cotidianas. Y no se podía encontrar ninguna que lo fuera más que las Five or Ten Cent Annie (1928) o The Girl From Woolworths (1929).
Estas películas inspiradas en las revistas femeninas se convirtieron pronto en un género por derecho propio, especialmente lucrativo para la RKO y la Metro-Goldwin-Mayer (MGM). Eran de carácter melodramático e incluso folletinesco y servían no sólo para dar rienda suelta a las fantasías de las jóvenes trabajadoras, sino también para administrarles la dosis de represión y puritanismo que todas las sociedades parecen prescribir durante los períodos de dificultades económicas. 
Una película como Common Clay (1930), en la que Constance Bennet y Lew Ayres se disputaban ante los tribunales la custodia de su hijo legítimo, fijó el tono para los posteriores folletines de Constance Bennet, entre los que destacan El precio de una mujer (Sin Takes a Holidays, 1930), La pecadora (The Easiest Way, 1931), Nacida para amar (Born to Love, 1931), La diosa de Montmartre (The Common Law, 1931) y Tentación (Rockabye, 1932).
La reina del melodrama, Constance Bennet, en La pecadora, en la que conseguía abrirse paso como modelo, pero Adolphe Menjou, el director de la agencia, se aprovecha de su inseguridad económica
Bajo el encabezamiento de "Amor contra Lujo", el crítico del New York Times decía lo siguiente sobre La pecadora (en la que Clark Gable interpretaba un pequeño papel secundario): "La película empieza mostrándonos a la familia de Ben Murdock levantándose por la mañana . Ben es un estibador que se ha quedado sin trabajo. Como es lógico, es un padre indolente al que le gustaría vivir del dinero ganado por sus hijos. Laura (Constance Bennet) trabaja en unos grandes almacenes, de donde la rescata un experto en publicidad (Adolphe Menjou) pidiéndole que pose para él... Poco tiempo después de conocerle, Laura disfruta de una vida cómoda y lujosa... Sin embargo, durante un viaje al Oeste, Laura conoce a Madiso (Robert Montgomery) y se enamora inmediatamente de él... Laura decide abandonar su vida anterior y afrontar la pobreza mientras espera a que Madison vuelva a ella. Al final, cuando las dificultades le obligan a echarse nuevamente en brazos de Menjou, no encuentra mejor solución para su dilema que el suicidio."
Uno de los medios de que disponían las mujeres para expiar sus pecados era el consagrarse a alguna noble causa. Aquí Constance Bennet se hizo enfermera para cuidar de los heridos en Nacida para amar (1931)
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