martes, 1 de marzo de 2022

De “Furia” a “Arthur Rambo”: un sinfín de películas donde la manada es implacable (I)

Linchamientos, hordas furiosas, persecuciones… Como Fritz Lang, Julien Duvivier, Arthur Penn o hoy Laurent Cantet con Arthur Rambo, muchos cineastas han puesto en escena los peligros de las multitudes. Pequeño inventario del caos popular en el séptimo arte.
Tiene todo para triunfar. Él es agradable. carismático. El éxito está ahí, muy cerca, y la gloria, con este libro que todos los medios están acaparando... Pero de repente circula un rumor: Karim D. (Rabah Naït Oufella) habría enviado, tiempo antes, a la Red, bajo un apodo ridículo, Arthur Rambo, tweets sucios, racistas, misóginos, homófobos, antisemitas… En un abrir y cerrar de ojos, quienes lo alababan se alejan, incluidos sus amigos, sus cómplices que se reían con él de estos mensajes insolentes y provocadores.
Arthur Rambo (2021)
No juzgar a su héroe (inspirado en Mehdi Meklat, uno de los dos "Kids", los columnistas una vez celebrados, especialmente en France Inter) fue la principal preocupación de Laurent Cantet. En Arthur Rambo (estrenada el 2 de febrero), el personaje permanece irremediablemente opaco. “Sobre todo, no debería tratar de protegerlo borrando todo lo que es inadmisible sobre él. Tuvimos que oscilar continuamente entre el rechazo y la empatía. Un hijo de puta que escribe basura no me hubiera interesado. Por otro lado, que un joven con el que uno podría simpatizar sea capaz de escribir tales mensajes, es algo que dar que pensar. Es pues una trampa la que detalla, que se cierra sobre quien la había tramado.
Un breve recordatorio de películas donde de repente, una multitud se desata contra un ser al que juzga culpable. Bien o mal.

La madre (Mat1926), de Vsévolod Pudovkin

La madre de Pável Vlásov es empujada al conflicto revolucionario cuando su esposo e hijo se encuentran en lados opuestos durante una huelga de trabajadores. Después de que su esposo muera durante la fallida huelga, la madre traiciona la ideología de su hijo, para intentar, en vano, salvarlo. Pável es arrestado, procesado en una farsa judicial y sentenciado a trabajo forzado en un campo de concentración. Durante su encarcelamiento, su madre se alinea con él y su ideología y se une a los revolucionarios. En el clímax de la película, la madre y cientos de otros marchan a la prisión para liberar a los reclusos, quienes conocen el plan y han proyectado su escape. Las últimas escenas de la película muestran la muerte de la madre y el hijo por las tropas del Zar que desvelaron el levantamiento.
La película está basada en la novela homónima de Máximo Gorki, exponente del realismo socialista. Retrata la lucha de una mujer contra el régimen zarista durante la Revolución rusa de 1905.

Metropolis (1927), de Fritz Lang

Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todoperoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre que controla la ciudad, descubre los duros aspectos laborales de los obreros tras enamorarse de María (Brigitte Helm), una muchacha de origen humilde, venerada por las clases bajas y que predica los buenos sentimientos y al amor. El hijo entonces advierte a su padre que los trabajadores podrían rebelarse.
Metrópolis es uno de las pocas películas consideradas Memoria del Mundo por la Unesco. Fue la primera en poseer esta categoría, amparada en la vívida encarnación de toda la sociedad, y la profundidad de su contenido humano y social.

El doctor Frankenstein (Frankenstein, 1931), de James Whale

Henry Von Frankenstein es un doctor que decide llevar a cabo un experimento un tanto tenebroso: pretende crear un nuevo ser humano utilizando fragmentos de cadáveres. Su fiel criado Fritz será su aliado en el proyecto y, con su ayuda, se adentran en los cementerios cercanos para conseguir la materia prima. Lo que el doctor no sabe es que el cerebro que utilizado pertenecía a un criminal, condenando al monstruo al odio de la turba iracunda.
Es una adaptación de la obra de teatro de Peggy Webling, que a su vez está basada en la novela Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley.

Furia (Fury, 1936), de Fritz Lang

Joe (Spencer Tracy) llega, tranquilo, a un pequeño pueblo que, al parecer, también lo es. Pero es sospechoso de secuestro. La policía chapotea en su investigación, los jueces se dejan influir, los políticos no quieren molestar a los ciudadanos. Partido por un linchamiento en buena y debida forma, la turba incendia la prisión donde está encerrado Joe. Ella cree que él está muerto. Pero no: con la complicidad de sus dos hermanos (los únicos a los que reveló su supervivencia), decide vengarse: escondido y encantado, observa, de lejos, el juicio de sus asesinos. A riesgo de convertirse también en verdugo.
Esto es lo que quiso demostrar Fritz Lang: el mal corre… En su primera película americana, está en lo más alto (lo que no siempre será así): ritmo sostenido, montaje frío… Su denuncia de la furia y la ceguera sigue siendo, aún hoy, estruendosa.

Incidente en Ob-Bow (The Ox-Bow Incident, 1943), de William Wellman

Nevada, 1885. Gil Carter (Henry Fonda) llega a una pequeña población del oeste en busca de su antigua novia, una mujer de dudosa reputación. Le acompaña su amigo Art (Harry Morgan). La inesperada noticia del asesinato de un conocido ranchero provoca que, ante la ausencia del sheriff, se forme un grupo de linchamiento del que tanto Gil como Art formarán parte.
La película adaptaba la novela homónima escrita por Walter Van Tilburg Clark en 1940. Síntesis, sobriedad, agilidad, seriedad y tratar al espectador como adulto. Eso es Incidente en Ox Bow, y una patada en la barriga.
(cont.)

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