jueves, 17 de marzo de 2022

Biografías de cine: Brigitte Helm (I)

El 17 de marzo de 1908 nace en Berlín, Brigitte Eva Gisela Schittenhelm, más conocida como Brigitte Helm actriz alemana que se hizo famosa por su doble rol como Maria/Maria-robot en la película Metrópolis (1927), de Fritz Lang.
Helm fue descubierta por Thea von Harbou, quien se encontraba trabajando en una película junto a su marido, Fritz Lang, desde 1925. Esta película era Metrópolis, cuyo rodaje comenzó hacia 1926, y cuya historia estaba basada justamente en una novela del mismo nombre escrita por la propia von Harbou.
Para su papel, ni más ni menos que protagónico, la joven Helm, de tan solo 18 años, debería interpretar a dos personajes totalmente opuestos: Maria, la hija de un obrero de los suburbios de Metrópolis, cuya principal labor era la de mantener la paz entre los trabajadores, sobreexplotados por su jefe, Joh Fredersen (interpretado por Alfred Abel), y Maria/Robot, creada por Rotwang el científico (Rudolf Klein-Rögge) bajo orden de Fredersen, y cuyo objetivo era lograr el desorden entre los obreros, para evitar una revuelta contra el propio gobernante de Metrópolis. Durante la película, Maria se enamoraba de Freder (Gustav Fröhlich), hijo de Fredersen. Sin embargo, el rodaje de la película implicó un gran esfuerzo para Brigitte: el hecho de interpretar a dos personajes muy diferentes, además de utilizar el pesado y caluroso traje del famoso robot, significó varias horas de grabación y de cansancio para la joven. La película, considerada como uno de los más emblemáticas de la historia del cine, implicó el lanzamiento a la fama de una actriz que, sin embargo, no tendría una larga duración en la pantalla.
Metrópolis (1927)
Además de Metrópolis, Helm grabaría dos películas más durante 1927: Al filo del mundo (Am rande der Welt),  de Karl Grune, y El amor de Jeanne Ney (Die Liebe der Jeanne Ney (). En esta última, dirigida por George W. Pabst, interpreta a una muchacha ciega, prima de la protagonista (Edith Jehanne, como Jeanne Ney), dejando claro sus dotes actorales. Hacia 1928, los personajes de Helm se alejarían de aquella inocente Maria de Metrópolis, asimilándose más a Maria/Robot, una mujer seductora, decidida, coqueta, desafiante, cualidades muy bien representadas aprovechando sus rasgos físicos, sus particulares ojos claros, y otros aspectos faciales, además de su expresividad y desenvolvimiento.
El amor de Jeanne Ney (1927)
Es así como con Mandrágora (Alraune, 1928), de  Henrik Galeen; El barco de los siete pecados (Die Yacht der Sieben Sünden, 1928), de Jacob y Luise Fleck; Abwege (1928), de Pabst), Scheherazade (Geheimnisse des Orients, 1928), de Alexandre Volkoff y El dinero (L'Argent, 1928), de Marcel L'Herbier, Brigitte Helm termina de consagrarse como una de las actrices de moda. En 1929, sus películas más destacadas fueron Skandal in Baden-Baden, de Erich Waschneck; Die wunderbare Lüge der Nina Petrowna, de Hanns Schwarz y Manolesco (Manolescu - Der König der Hochstapler), de Viktor Tourjansky). El drama, la seducción y los amoríos son temas principales en todas estas producciones: Así como en Abwege la historia gira alrededor de una pareja en crisis, en Die Wunderbare Lüge der Nina Petrowna, la protagonista se enamora de un soldado, siendo la esposa del coronel. En Mandrágora, la hija de un delincuente con una prostituta se bate entre ser una buena o una mala chica, y en El dinero, de las más reconocidas de Helm en esta etapa, el dueño de un banco se enamora de la esposa de un aviador, lo cual desata la furia de su examante, en este caso encarnada en la actriz alemana.
Mandrágora (1928)
(cont.)

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