miércoles, 17 de mayo de 2017

Las facetas deportivas de Paul Newman en el cine

Paul Newman, campeón de billar, as del volante y jugador de hockey sobre hielo

Antes de ser oscarizado en 1986 por El color del dinero (The Color of Money), Paul Newman ya había vestido ropa deportiva en  Quinientas millas (Winning, 1969), dirigida por James Goldstone,  y en  El castañazo (Slap Shot, 1977), de George Roy Hill.
Paul Newman ha sido más rápido en subir al podio de las 24 horas de Le Mans (transcurría el año 1979), al volante de un  Porsche), que en lograr un Oscar (como hemos dicho, en 1986, por El color del dinero, de Martin Scorsese). Se inspira en una novela de 1984 del escritor Walter Tevis; su argumento supone la continuación de la historia de Eddie "Relámpago" Felson, narrada en la película El buscavidas (The Hustler, 1961), de Robert Rossen, quien después de más de veinte años sin jugar al billar, vuelve a la vida cuando ve aparecer en su local de retiro al joven Vincent Lauria -papel interpretado por Tom Cruise-
La pasión de la estrella hollywoodiense por el deporte automovilístico -que le llevó a crear en la década de 1980, su propia escudería de bólidos  y participar en los circuitos americanos de carreras-, había nacido en 1968 tras el rodaje de Quinientas millas en 1968, en la que encarna a un obsesionado piloto, Frank Capua, que antepone la competición y su afán por ganar -rodar a 300 km/h-, antes que ocuparse de su mujer (Joanne Woodward, su esposa en la vida real, que al final preferirá a su rival). Se entenderá, que  la película de James Goldstone es menos interesante por su guion que por sus espectaculares escenas de carreras filmadas durante las 500 millas de Indianápolis.
Tampoco estuvo incómodo en encima de unos patines. En El castañazo, interpretó a un veterano entrenador y jugador de un equipo de hockey sobre hielo, Los Chiefs, de la ciudad de Charlestown. El conjunto es el hazmerreír de su propia afición y no hace más que acumular derrota tras derrota lo que le lleva inexorablemente a su desaparición. La llegada de tres hermanos apellidados Hanson (Jeff Carlson, Steve Carlson y David Hanson) revolucionará el concepto de juego de los Chiefs haciéndolo mucho más agresivo y salvaje. Así comenzarán a ganar partidos y a convertirse en ídolos de la afición. "El hockey sobre hielo es un deporte técnico y muy duro. El fomentado sobre todo el segundo aspecto", escribieron Julian y Gérard Camy en su enciclopedia de películas deportivas (Sport & Cinéma, publicado por Editions du Bailli de Suffren). El interesante Hill despliega aquí una sarcástica comedia deportiva con derivaciones dramáticas centradas en las peripecias de un equipo de hockey sobre hielo de segunda fila. Este asunto le sirve a su director y a la guionista Nancy Dowd para elaborar un divertido y vivaz título que caricaturiza el consumismo de la masa (el opio moderno del pueblo) y las características necesarias de los objetos de ese consumo, la violencia, la sangre, el sexo o la televisión. Pero más allá del espectáculo, la película es también una crónica de la afectada la América industrial. La misma que, treinta y nueve años más tarde, enviará a Trump a la Casa Blanca.

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