viernes, 6 de junio de 2025

Clasificamos todas las películas de “Misión imposible”, desde la más penosa hasta la más explosiva (II)

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4. Misión imposible 3 (Mission: Impossible III (M:I:III) , 2006), de J. J. Abrams

El guión no se preocupa por la credibilidad, la imagen parece sorprendentemente aburrida y la dirección de J.J. Abrams, por efectiva que sea, es demasiado televisiva. Pero este tercer episodio ofrece tanto al villano más auténtico (el fallecido Philip Seymour Hoffman, brillantemente cruel) como a la escena más conmovedora (la muerte, alerta de spoiler, del personaje de Keri Russell) de toda la franquicia. Y es imposible olvidar la persecución en helicóptero a través de un parque eólico.

3. Misión Imposible: Nación Secreta (Mission: Impossible - Rogue Nation, 2015), de Christopher McQuarrie

La primera de las cuatro versiones dirigidas por Christopher McQuarrie sigue siendo la mejor. Porque esta película, en la que Ethan Hunt y sus amigos se convierten en forajidos para luchar contra una organización terrorista formada por ex compañeros deshonestos, consigue un delicado equilibrio entre ambición artística y eficacia comercial, entre una atmósfera oscura de thriller criminal y un humor sabiamente medido. Rogue Nation también tiene dos encantos: la deslumbrante Rebecca Ferguson y una virtuosa secuencia de pastiche de El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much, 1956), de Hitchcock, en la que Tom Cruise debe evitar un asesinato durante una representación de Turandot en la Ópera de Viena.

2. Misión imposible (Mission: Impossible, 1996), de Brian De Palma

El episodio inaugural de la saga es el menos espectacular. Pero la apreciamos especialmente por su brevedad (una hora y cincuenta minutos es un descanso de las dos horas y treinta de Sentencia final), su dimensión declarada de película de espías a la antigua, la malicia ligeramente provocadora de Brian De Palma (hacer desaparecer cuatro estrellas en el primer cuarto de hora, ¡qué atrevido!) y, sobre todo, el virtuosismo de su puesta en escena, todo con falsos pretextos.

1. Misión imposible: Protocolo fantasma (Mission: Impossible - Ghost Protocol, 2011), de Brad Bird

Como productor, Tom Cruise a veces ha tenido buenas intuiciones. Confiar la dirección de la cuarta Misión imposible a una figura destacada del cine de animación fue una excelente decisión. Brad Bird, el creativo director de Los Increíbles y Ratatouille, ha conseguido sublimar las especificaciones de la franquicia aportando su sentido de la caricatura, adaptado a las hazañas físicas de su estrella. En este episodio, quizás más que en ningún otro, nada (desde la organización de la misión hasta los dispositivos de alta tecnología) funciona según lo planeado, lo que obliga a los personajes a improvisar constantemente y a los guionistas a multiplicar los adictivos giros dramáticos. Un auténtico placer, cuyo momento culminante son veinte minutos de "atrápame si puedes" en lo alto de la torre más alta del mundo.

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