martes, 24 de junio de 2025

Diez películas, que fueron criticadas ferozmente al estrenarse, son celebradas hoy (I)

Hay obras que envejecen mal, que no resisten el paso del tiempo, y otras, por el contrario, cuyo valor debe reconsiderarse con el tiempo.
"Solo los tontos no cambian de opinión", se suele decir. Sí, las opiniones sobre las obras cambian, sí, algunos entusiasmos se acaban y las buenas películas se revelan tarde. Revisamos la historia del cine destacar algunas películas sobre las que hemos cambiado de opinión. 

1. Delirios de grandeza (La Folie des grandeurs, 1971), de  Gérard Oury 

España, siglo XVII. Recaudador de impuestos para el rey, Don Salluste (Louis de Funès) es tan codicioso como impopular. Su criado Blaze (Ives Montand) tampoco siente mucha estima por él, pero no se atreve a contrariarle por miedo a perder el empleo. Por otra parte, Blaze está localmente enamorado de la reina (Karin Schubert) y lamenta que sea la esposa del monarca. Las tornas cambian el día en que la reina comunica a Don Salluste que ha perdido su grado de caballero porque se sospecha que es padre de un hijo ilegítimo. 
Libre adaptación de Ruy Blas de Víctor Hugo. Disparata comedia de vodevil, ideal para el cómico francés Louis de Funès, ambientada en la España del siglo XVII. Se trata de una divertidísima coproducción entre Francia, España, Italia y Alemania, donde Funés se encuentra en su salsa haciendo todo tipo de muecas y juegos de palabras; y su colaboración con Yves Montand resulta muy inspirada. La película cuenta con algunos actores españoles, e incluso nobles como Don Jaime de Mora y Aragón.

2. No nos libres del mal (Mais ne nous délivrez pas du mal, 1971), de Joël Seria

Anne y Lore son dos adolescentes que estudian en un colegio católico y cuya relación es muy fuerte. Cansadas de las reglas deciden rebelarse haciendo todo el mal posible y adorar a Satanás en lugar de a Jesús. Todos sus esfuerzos se encaminarán a partir de ahora a hacer daño a los demás utilizando sus mejores armas, la mentira y la seducción.
Controvertida en su época por sus escenas -que a día de hoy son bastantes suaves-, la 'ópera prima' de Séria nos presenta a dos chicas que acaban de entrar en su adolescencia y que establecen un fuerte vínculo a través de su devoción por Satán, como reacción al ambiente conservador y ultracatólico en el que viven. Es interesante cómo lo que empieza como una tonta rebeldía acaba desembocando en cosas más serias que sin embargo; retienen esa atmósfera de languidez adolescente rebelde, inocente y que intenta acercarse a lo oscuro, que es el elemento que cohesión toda la obra. 

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