domingo, 26 de febrero de 2023

Diez películas para ver en Cuaresma (II)

6. Silencio (Silence, 2016), de Martin Scorsese

Basada en hechos históricos, la bellísima película de Scorsese pone sobre la pantalla el desgarrador relato de Endō, muy influido por Graham Green, autor de la logradísima El Poder y la Gloria que consideró al japonés uno de los más grandes escritores del torturado siglo XX. Las prodigiosas interpretaciones de Andrew Garfield, Adam Driver, Liam Nessony Asano Tadanobu, unidas a una puesta en escena impresionante de Dante Ferretti y a una fotografía excepcional de Rodrigo Prietohacen de la película un momento poderoso de interiorización del misterio. 

7. Hasta el último hombre (Hacksaw Ridge, 2016), de Mel Gibson

Una historia real en la que el amor se abre paso entre el horror. Con esta película Gibson, por un lado, ha querido hacer un homenaje a un héroe de la conciencia, un hombre que quiso ser fiel a sus convicciones hasta las últimas consecuencias. Según el cineasta, no estamos ante una película bélica, sino ante una historia de amor, de amor al ser humano, de amor a Dios. Una película sobre un personaje real, Desmond Thomas Doss (1919-2006), el primer objetor de conciencia que recibió la Medalla de Honor durante la Segunda Guerra Mundial por su heroico comportamiento en varias batallas de la terrible batalla entre japoneses y norteamericanos. Su adscripción a la iglesia Adventista del Séptimo Día le impedía empuñar las armas, pero quiso alistarse como sanitario, y así servir a su país. 

8. Converso (2017), de David Arratibel

Una película sobre la familia, la armonía y algo más difícil todavía: la fe. Conceptos más o menos básicos desde los que intentar explicar algo tan profundo como inefable: las hermanas del director se convierten de repente al catolicismo, y el cineasta trata de averiguar qué hay detrás de ese mecanismo de transformación personal. Desmontando el formato clásico del documental de entrevistas (no hay que olvidar el doble juego del título; "converso" viene también del verbo conversar), el director se sienta en una silla que convierte en confesionario de los otros y en el suyo propio al lanzar preguntas ante un espejo que no es otro que el espejo de casa. Film de familia con búsqueda personal y con un gran interrogante cinematográfico: si el Espíritu Santo entra en nuestra casa, ¿es posible hacer una película sobre él?
9. El artista anónimo (Tuntematon mestari, 2018), de Klaus Härö

Con una puesta en escena delicadísima y un uso de la luz inolvidable, Alberto Fijo explica que «lo que hace Härö en El artista anónimo es sencillamente extraordinario. Por la audacia para mostrar la fragilidad humana y la capacidad que tiene la Gracia de actuar por caminos insospechados. Porque el cuadro que protagoniza esta película no es cualquier cuadro. Y el arte cambia vidas. Y contar eso es muy difícil… 

10. Vida oculta (A Hidden Life, 2019), de Terrence Malick

El amor entre Franz y Fani Jägerstätter es el eje de este poema cinematográfico de Malick. Un cine de alta montaña, que se cierra con esta cita de George Eliot: "El creciente bien del mundo depende en parte de actos no históricos; que a ti y a mí las cosas no nos vayan tan mal como podrían haber ido, se debe en parte al número de los que vivieron fielmente una vida oculta, y descansan en tumbas no visitadas".

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