domingo, 25 de febrero de 2024

Hemos clasificados los 49 César a la mejor película, de la menos convincente a la más magistral (III)

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15. Smoking/No Smoking (1993), de Alain Resnais

Smoking: 146 minutos. No Smoking: 147 minutos. Dos películas diseñadas para ser vistas una al lado de la otra, en cualquier orden, son completamente diferentes al "teatro filmado" en el sentido habitual del drama escénico abierto artificialmente a través de localizaciones exteriores. La película comienza con una elección de acciones alternativas (la esposa del director, Celia Teasdale, se pregunta si fumar un cigarrillo) y luego se desarrolla en una serie de posibilidades. Smokin/No Smoking son dos segmentos de la película que se basan en obras de teatro estrechamente relacionadas. Las obras originales cubrían ocho historias distintas, que se han reducido a tres cada una para estas películas. En cierto punto de la historia de cada segmento, los cinco personajes femeninos (todos interpretados por Sabine Azema) y los cuatro personajes masculinos (todos interpretados por Pierre Arditi) recapitulan hábilmente sus vidas en términos de "lo que podría haber pasado" si había tomado o no ciertas decisiones. Por ejemplo, "No Smoking" se centra principalmente en la relación entre el apacible Miles Coombes y su esposa, Rowena, infinitamente más agresiva y ambiciosa.
 Además de mejor película consiguió los César a mejor director (Alain Resnais), mejor actor Pierre Arditi, mejor guion (Jean-Pierre Bacri, Agnès Jaoui) y mejor diseño de producción  (Jacques Saulnier), sobre 8 nominaciones. Obtuvo también el Oso de Plata al logro único excepcional (Alain Resnais) en el Festival de Cine de Berlín

16. Providence (1977), de Alain Resnais

Desde su habitación, aislado, durante una noche de ebriedad, Clive Langham (John Gielgud), escritor experimentado, enfermo y malhumorado, crea, haciendo y deshaciendo a voluntad, una historia en la que incluye a las personas de su propia familia, confundiendo sus fantasmas con la realidad. En un principio, todo está relativamente claro, pero conforme va pasando la noche y aumentando la dosis de vino blanco, todo va haciéndose más confuso. Los personajes del sueño son, entre otros, Claude (Dirk Bogarde), autoritario fiscal, Sonia (Ellen Burstyn), mujer frustrada pero cobarde e incapaz de dejar a su marido o Kevin (David Warner), militar partidario de la eutanasia. Por la mañana los distintos personajes con los que ha soñado Clive Langham se encuentran en una comida de cumpleaños.
. Basada en parte en el universo del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft nacido en la ciudad de Providence. Obtuvo siete premios César a mejor película, mejor director, mejor guion adaptado, mejor música, compuesta por Miklós Rózsa​, mejor montaje, mejor diseño de producción y mejor sonido, así como la Espiga de Oro del Festival de Valladolid​.

17. Los locos defensores de la ley (Les ripoux, 1984), de Claude Zidi

René es un "ripou", un policía corrupto que se gana la vida aceptando sobornos, regalos y bebidas gratis de las personas a las que debería encarcelar. Cuando su compañero se jubila, deberá formar equipo con Francois, un joven graduado de la escuela de policía con una actitud virtuosa. Es difícil de doblegar y René tiene que engañarlo. Le presenta a Francois a una chica encantadora y se olvida de mencionar que es una prostituta. Ahora René tiene algo contra Francois que puede usar en caso de que su socio quiera revelar el pequeño comercio de René con el hampa. Los socios finalmente se hacen amigos, se sacan de una situación difícil y logran reunir suficiente dinero para comprarle a René el sueño de su vida: un pequeño café cerca de las pistas de caballos. En el año 1990 se estreno una secuela Ripoux contre Ripoux, también dirigida por Claude Zidi y contando con los dos mismos actores protagonistas de la Philippe Noiret y Thierry Lhermitte. Fue ganadora de los César a  mejor Película, mejor director (Claude Zidi) y mejor montaje (Nicole Saunier) y dos nominaciones a mejor actor (Philippe Noiret) y a mejor guion (Claude Zidi). 

18. La pasión de Camille Claudel (Camille Claudel, 1988), de Bruno Nuytten

Camille (Isabelle Adjani), la hermana del escritor Paul Claudel, sintió desde niña una gran pasión por el arte y en especial por la escultura a la que dedicó gran parte de su vida. El escultor Auguste Rodin (Gérard Depardieu) fue su maestro, y ella se convirtió en su musa. Entre ambos surgió una tormentosa relación amorosa plagada de crisis y rupturas. La escultora tuvo también una vida personal muy agitada: era una mujer demasiado libre e independiente que no se adaptaba a las costumbres y convencionalismos de su época. Al final de su vida, vivió como una mendiga y acabó siendo internada en un psiquiátrico por sus problemas mentales. La tormentosa vida de Camille Claudel sirvió de inspiración para dos obras de teatro: Al despertar de nuestra muerte, de Henrik Ibsen, y Camille Claudel, de Reine-Marie Paris. A su vez, ésta última inspiró la película que comentamo,s dirigida por Bruno Nuytten, un director de fotografía que hizo su debut como realizador con esta película; y que tuvo un buen despegar, ya que la cinta se llevó 7 premios César, así como sendas nominaciones a los Oscar y a los Globos de Oro a mejor película de habla no inglesa. 

19. Cuscús (La graine et le mulet, 2007), de Abdellatif Kechiche

RUna familia procedente del norte de África vive a duras penas en el sur de Francia. Sillman es el padre de familia, un hombre divorciado que ha sido despedido también de su trabajo y que lucha por sacar a su familia adelante. Debido a las dificultades que tienen en el día a día, uno de sus hijos le propondrá que regresen al norte de África. Sin embargo, Sillman en un intento de mejor la situación, planeará un negocio que contará con algunos obstáculos para llevarlo adelante. En Cuscús, Kechiche se adentró en una crónica familiar de dos horas y media, quizá su mayor punto flojo dado el material con el que trabaja: un aligeramiento de algunas partes repetitivas y que subrayan en exceso el contenido ideológico de la película habrían ocasionado que esta fuera mucho más redonda y equilibrada. En cualquier caso, un intento más que loable de seguir testimoniando ciertas situaciones en una Francia multicultural cada vez más compleja que merece la pena por un final magnífico, duro, directo. 
Como en sus películas anteriores, Kechiche decidió trabajar con actores no profesionales porque, en sus propias palabras, "aportan frescura". Multipremiada cinta (se llevó los principales Premios César del año y el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Venecia) que además obtuvo excelentes críticas en Francia.

20. De dioses y hombres (Des hommes et des dieux, 2010), de Xavier Beauvois

La acción se sitúa en un monasterio en la región de los montes Atlas en Argelia, durante la década de 1990. Ocho monjes cristianos pertenecientes a la orden de la Trapa viven allí en armonía con la población musulmana, estableciendo lazos de cooperación contra los efectos de la pobreza ocasionados por un régimen en decadencia. Viven dedicados a la vida contemplativa, rezar, sembrar la tierra y apoyar a la población de los alrededores; incluso el monasterio es usado como dispensario médico de facto por la población de la zona. 
La película se basa en la historia real de los monjes cistercienses del Tibhirine, en Argelia, desde 1993 hasta su secuestro en 1996. Siete de ellos fueron secuestrados y luego decapitados por terroristas islámicos en 1996, aunque no es seguro que fueran decapitados, ya que parece ser que perecieron cuando el grupo de terroristas fue atacado por el ejército. La película no muestra escenas explícitas del asesinato de los monjes; sin embargo, hace alusión a éste en medio de la nieve, donde se les ve desaparecer en la niebla por las montañas a un lugar retirado, escoltados por sus captores, es decir, el fin. Obtuvo tres premios César: mejor película, mejor actor secundario por Michael Lonsdale y mejor fotografía por Caroline Champetier, sobre once nominaciones. 

21. Timbuktu (Le chagrin des oiseaux AKA Timbuktu2014), de Abderrahmane Sissako

Año 2012, la ciudad de Tombuctú, en Mali, ha caído en manos de extremistas religiosos. Kidane vive tranquilamente en las dunas con su esposa Satima, su hija Toya e Issam, un niño pastor de 12 años. Pero en la ciudad los habitantes padecen el régimen de terror impuesto por los yihadistas: prohibido escuchar música, reír, fumar e incluso jugar al fútbol. Las mujeres se han convertido en sombras que intentan resistir con dignidad. Cada día, unos tribunales islamistas improvisados lanzan sentencias tan absurdas como trágicas. El caos que reina en Tombuctú no parece afectar a Kidane hasta el día en que accidentalmente mata a Amadou, un pescador que ha acabado con la vida de su vaca favorita. Ahora debe enfrentarse a las leyes impuestas por los ocupantes extranjeros. La producción está inspirada en los sucesos de 2012, cuando una pareja (no casada) fue lapidada en Aguelhok. La película es realmente fiel al contexto que se estaba produciendo en ese momento; plasma con certeza todos los abusos a los que realmente tuvieron que sufrir en su momento las personas de Timbuktu. Los explica en su contexto histórico. Los intereses a los que responde la película son todas esas injusticias cometidas por parte de los yihadistas y un método de alzar la voz y mostrar la realidad a la que muchos tuvieron que hacer frente.  Obtuvo los César a mejor película, mejor director, mejor guion, mejor fotografía, mejor edición, mejor música y mejor sonido.
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