lunes, 26 de febrero de 2024

Muere Micheline Presle, estrella de toda una generación (II)

(cont.)
Fue durante el triste período de la ocupación (el cine era la única distracción que se les ofrecía a los franceses y lo aprovecharon) cuando su notoriedad creció. Michèle Morgan está en Estados Unidos. Danielle Darrieux, bajo arresto domiciliario con su marido antinazi, Porfirio Rubirosa. Histoire de rire (1941) y La Nuit Fantastique (1942), ambas firmadas por Marcel L'Herbier, y, sobre todo, Félicie Nanteuil (1944), de Marc Allégret, son éxitos coronados, en 1945, con Falbalas, de Jacques Becker. una película idolatrada por todos los grandes modistos franceses, incluido Jean-Paul Gaultier: "Un día le dije a Micheline Presle: “Gracias a ti me convertí en lo que soy…"
Micheline Presle y Gérard Philipe en El diablo en el cuerpo (1947)
Era tan popular en aquella época que, algo muy raro, un productor, Paul Graetz, le dio carta blanca. Para la película que piensa rodar con ella, ella elegirá todo: el guión, el director, los actores... Se decide por El diablo en el cuerpo (1947), de Claude Autant-Lara, basada en la novela de Raymond Radiguet, e impone a un joven protagonista desconocido que nadie quiere: Gérard Philipe. "La primera vez que lo vi actuar fue un shock, como el que iba a vivir cuando vi a Marlon Brando, en el teatro, y, mucho después, a Gérard Depardieu…"
Micheline Presle y Tyrone Power en Guerrilleros en Filipinas (1950)
Al final de la Primera Guerra Mundial, la novela de Raymond Radiguet, apodada el “Babe Cadum de la literatura”, provocó un escándalo. Al final de la Segunda, la película también provoca indignación. Que una mujer, casada con un soldado que arriesga su vida en el frente, se sienta atraída sexualmente por un adolescente es para muchos un atentado contra las buenas costumbres. Una escena es especialmente impactante: aquella en la que, al son de una triste Marsellesa, los dos amantes con rostro derrotado, conscientes de que la paz vencerá a su amor, parecen aislados en el seno de una multitud que celebra la victoria. La actriz es inolvidable en este momento, dividida entre la vergüenza y la desesperación...
La aventura americana
Es en este momento y en toda su gloria que comete el mayor error de su vida. Por pasión, como su personaje El diablo en el cuerpo. Decide seguir a un hombre a Estados Unidos al que parece gustarle mucho las mujeres francesas: anteriormente se casó con Michèle Morgan. William Marshall es cantante, actor, productor, director e… infiel. Sin duda, el nacimiento de su hija, Tonie (futura directora de Vénus Beauté (Institut) (1998) y Numéro une (2017)) la llena. Pero esta estancia en Hollywood fue profesionalmente catastrófica: filmó con parejas prestigiosas –John Garfield, Tyrone Power, Errol Flynn–, pero las películas, incluso la dirigida por Fritz Lang (Guerrilleros en Filipinas (American Guerrilla in the Philippines), en 1950), fueron un desastre. Y cuando regresa a Francia, todos la han olvidado – "El hundimiento. La oscuridad absoluta. Yo ya no existía". Intenta interesar a los productores en Las amistades peligrosas. Luego en Rojo y Negro. La película se hace, pero con su eterna rival: Danielle Darrieux. Un punto de luz ilumina, de todos modos, este período gris: L’Amour d’une femme (1953), de Jean Grémillon. Vemos, en la isla de Ouessant, a una joven que prefiere su vocación de médico a un hombre que quisiera hacerla abandonarla: la película es magnífica y Micheline Presle se convierte en una de las raras heroínas feministas de los años 1950...
Micheline Presle en L'amour d'une femme (1953)
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario