jueves, 29 de febrero de 2024

Cuatro buenas películas para ponerse al día

El placer (Le plaisir, 1952): de Maupassant a Ophüls, un desgarrador homenaje a la búsqueda de la felicidad

Adaptación de tres cuentos del escritor francés Guy de Maupassant que versan sobre el placer:
- Un hombre extraño, que asiste a un popular baile de máscaras en París, baila hasta caer extenuado. El médico que lo atiende descubre sorprendido que tras la máscara se oculta un anciano. Cuando lo acompaña a su casa, la esposa le cuenta al médico la triste historia del bailarín.
- A Madame Tellier, que regenta un prostíbulo, la invita su hermano Joseph a la primera comunión de su hija. La Madame cierra el negocio y se traslada con sus pupilas a la lejana granja de Joseph para asistir a la ceremonia. Terminada la fiesta, regresan al prostíbulo en medio del regocijo de los hombres, que ya las echaban de menos.
- Un famoso artista se enamora de su bella modelo Josephine. Sólo pinta retratos de ella y alcanza el éxito, pero su historia de amor tiene un final inesperado.
Claude Dauphin y Gaby Morlay en El placer (1952)
Max Ophuls crea una maravilla, con momentos puramente antológicos. Sólo un ejemplo: el viaje al campo de un escuadrón de damas de fácil virtud. Fue nominada  Nominada al Oscar a la mejor dirección artística (blanco & negro). 

El discreto encanto de la burguesía (Le Charme discret de la bourgeoisie, 1972): una crónica de sociedad teñida de humor negro

Buñuel dinamita a la burguesía trastocando convenciones sociales (el obispo se convierte en jardinero) y cinematográficas (los sueños “falsos”). Delphine Seyrig, Fernando Rey, Stéphane Audran, Michel Piccoli... se divierten tanto como nosotros.
Delphine Seyrig y Fernando Rey en El discreto encanto de la burguesía (1972)
Personajes de elevado estatus social, incluido el embajador de una dictadura imaginaria. Y tres señoras vestidas. En total, seis ciudadanos de clase alta, que a lo largo de la película se preparan para sentarse a la mesa, cuando un imprevisto pospone cada vez su comida. Desde este principio de obstáculo, Luis Buñuel disfruta satirizando los hábitos y costumbres de la burguesía, sus impulsos sexuales, sus engaños, sus desfalcos. No es una historia lineal, sino un collage de surrealismo bien templado, que pertenece al último período, el llamado francés, de la carrera de Buñuel. Es una de sus obras más famosas y reconocidas (Oscar a la mejor película extranjera), que merece la pena.

Las noches de la luna llena (Les Nuits de la pleine lune, 1984), una canción polifónica magníficamente filmada por Rohmer

Las vacilaciones de Louise y Octave, entre la seducción y la independencia... Esta cuarta parte de Comedias y Proverbios de Éric Rohmer, un retrato, con asombrosa precisión, de cierta microsociedad intelectual parisina de los años 1980.
Fabrice Luchini y Pascale Ogier en Las noches de luna llena (1984)
Esta película es ante todo una canción polifónica a dos voces, cristalina y encantadora. La primera proviene de los pulmones de una joven para quien el ascenso de los años 1980 es una perspectiva estimulante. Desafortunadamente, desapareció justo después del estreno de la película, y Pascale Ogier contrasta con las heroínas habituales de Eric Rohmer, románticas y anticuadas. Aquí, se adelanta a su tiempo, fabrica lámparas futuristas, lleva su equipo en una bolsa de plástico y camina con zapatillas alienígenas.

Fantasías de un escritor (Tromperie, 2021), de Roth a Desplechin, el ardiente juego del adulterio

"Piensa que el arte no vale nada si no hay en él la vida más cruda, y que la vida no vale nada si no hay un arte que capture sus relieves". Estas palabras de Arnaud Desplechin podrían ofrecer una perfecta introducción a su nueva película, donde reina la estilización y arde la emoción. Algunas temporadas de encuentro romántico entre el escritor estadounidense Philip Roth (fallecido en 2018) y su amante inglesa, en Londres, por la tarde, a finales de los años 1980, recogen las alegrías y los tormentos más cruciales que el cine y la literatura pueden explicar . Aunque el desarrollo de la puesta en escena nunca se oculta...
En Fantasías de un escritor (2021), adaptación de la novela de Philip Roth, Arnaud Desplechin teje entre Denis Podalydès y Léa Seydoux un juego adúltero ardiente y estilizado.
Denis Podalydès y Léa Seydoux interpretan esta historia anglosajona en francés, y Arnaud Desplechin asume con elegancia la estilización y la teatralidad que resultan de ella.

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