martes, 29 de octubre de 2013

Biografías de cine: Alan Ladd (I)

Alan Walbridge Ladd fue un actor estadounidense de cine negro, cine bélico y western. Se hizo célebre por su talante poco expresivo en escena y por su corta estatura (alrededor de 1,65 m.). En la mayor parte de las películas que protagonizó incorporó o bien al típico héroe norteamericano o a algún malvado no exento de principios. En ocasiones aparecía como Allan Ladd en los créditos.
Ladd nació en Hot Springs, Arkansas, el 3 de septiembre de 1913,  hijo de inmigrantes ingleses. Al principio de su carrera hacía pequeños papeles en el cine:
Hitler: Beast of Berlin (1939), de Sam Newfield; como el de periodista en Ciudadano Kane, de Orson Welles (1941) o en El gato negro (The Black Cat, 1941) de Albert S. Rogell, inspirada en el cuento de Edgar Allan Poe.
Al año siguiente adquirió gran notoriedad por su papel de asesino sensible en This Gun for Hire (en España, Contratado para matar o El cuervo, 1942) de Frank Tuttle, junto a Veronica Lake. Adaptación de la novela de Graham Greene, A gun for Sale (Una pistola en venta). Un asesino a sueldo liquida al hombre que estaba chantajeando a su cliente. Pero éste le paga con dinero marcado, y denuncia su supuesto robo. Atónito, el asesino planeará una venganza, para lo que mantiene como rehén a la hermosa mujer con la que coincide en un tren. Buena muestra de cine negro, donde Alan Ladd compone a la perfección a su ambiguo personaje, sin duda el alma del film, y con el que el espectador empatiza, pese a su catadura moral. Al ser dicha actriz también menuda, los estudios reunieron a la pareja en otras producciones muy populares, como La llave de cristal,  La dalia azul y Saigon. Es de señalar que el destino de ambos actores sería trágico.
Luego intervendría en películas como:
Juana de París (Joan of Paris, 1942) de Robert Stevenson. Una escuadrilla de aviones de la RAF regresa de Alemania en 1940 tras haber bombardeado a los nazis. Sin embargo, cuando sobrevuelan Francia son derribados. El jefe de la escuadrilla (Paul Henreid) consigue saltar del avión y llegar hasta un pequeño pueblo. Allí conocerá a una joven llamada Juana y el amor surgirá entre los dos. Amor y aventuras en el ambiente bélico de la II Guerra Mundial, con buen cartel de actores y una dirección más que meritoria de Robert Stevenson.
La llave de cristal (The Glass Key, 1942) de Stuart Heisler. Remake de una película de los años 1930. Un tipo oportunista navega entre las aguas turbias de la política y el dinero. El caso es que el tal Beaumont ha logrado colocarse como mano derecha de un importante político, que se perfila como el próximo vencedor de las elecciones. La razón, entre otras, es que la hija del candidato tiene la cara inolvidable de Verónica Lake. Adaptación de la célebre novela de Dashiell Hammett, obra sutil que escarba en los mecanismos corruptos del poder. Otro de los títulos emblemáticos de nuestro actor.
Lucky Jordan (1942) de Frank Tuttle. Un pillo y corredor de apuestas de Nueva York llamado Lucky Jordan cuenta un montón de mentiras para librarse del ejército, de ahí que las fuerzas armadas le tengan bajo vigilancia. Sin embargo, cuando una banda de espías extranjeros se inmiscuyen en los negocios de una vieja amiga a la que Jordan quiere como a una madre, este hombre recuperará su patriotismo y no sólo luchará contra ellos, sino que acabará viendo las bondades de servir a su país. Una producción de Paramount de bajo presupuesto rodada en plena Segunda Guerra Mundial y que servía para demostrar a las tropas la redención del protagonista (encarnado por Alan Ladd).
China (1943) de John Farrow. Interesante muestra de cine bélico patriótico rodado en plena Segunda Guerra Mundial y con un claro mensaje de apoyo del pueblo norteamericano a los chinos que acababan de ser invadidos por las fuerzas japonesas. Rodada en los estudios Paramount con un más que notable diseño de producción de Hans Dreier y Robert Usher, está dirigida con sorprendente tensión por John Farrow, y cuenta con un adecuado reparto encabezado por Alan Ladd y Loretta Young. En su argumento encontramos a David Jones (Ladd) como un negociante americano sin escrúpulos que viaja a Shanghai para hacer negocios con los japoneses. Sin embargo, la acción criminal de Pearl Harbor le hará cambiar de idea y liderará a un grupo de muchachas para que formen parte de la resistencia china. Adaptación de la obra teatral de Archibald Forbes.
El porvenir es nuestro (And Now Tomorrow, 1944) de Irving Pitchell. Drama sobre doctores que proviene de una novela de Rachel Field, convertido en guión cinematográfico nada menos que por Frank Partos y Raymond Chandler, este último uno de los nombres indispensables de la novela negra. En ella, el doctor Merek Vance regresa a su ciudad natal después de muchos años y rememora los tiempos en que fue difícil salir adelante debido a la precariedad familiar. Allí, vuelve a encontrarse con algunas personas de clase alta a las que guarda cierto rencor. Ahora, el dilema está en que, gracias a un nuevo medicamento que posee, puede salvar a la hija de una de estas familias. Clásica producción del mejor Hollywood que cuenta con un equipo técnico de primera categoría incluyendo vestuario de Edith Head, música de Victor Young y dirección artística de Hans Dreier y Hal Pereira. Además de un reparto sobresaliente, con Loretta Young, Barry Sullivan, Alan Ladd y Susan Hayward. Estos últimos protagonizaron ese mismo año el corto de propaganda Skirmish on the Home Front, que, dirigido por Charles Brackett, relataba las virtudes del plan económico puesto en marcha por el Gobierno a causa de la guerra.
Fuera de la ley (Salty O'Rourke, 1945) de Raoul Walsh. Película rodada por Raoul Walsh para la Paramount, prestado para ello por Warner. La acción –a pesar de que su título español puede confundirlo con un western– tiene lugar en el mundo de las carreras de caballos, cuando un jugador con problemas de deudas falsifica la partida de nacimiento de un jockey para que pueda montar a un caballo en una trascendental carrera. El guión original de Milton Holmes fue candidato al Oscar, y las dos mujeres que acompañan al protagonista Alan Ladd son Gail Russell y Marjorie Woodworth (1919-2000), una breve secundaria cuya carrera cinematográfica apenas duró siete años, retirándose del negocio de las películas en 1947.
La dalia azul (The Blue Dahlia, 1946) de George Marshall. Johnny vuelve a casa tras servir a la marina durante la Segunda Guerra Mundial. Y descubre que su esposa Helen está liada con Eddie, que regenta un club nocturno llamado La dalia azul. Cuando Helen aparece asesinada, Johnny se convierte en el principal sospechoso del crimen. Para probar su inocencia contará con la ayuda de Joyce, una enigmática mujer. Estupenda muestra de cine negro clásico, que contó con un guión original del maestro Raymond Chandler y que obtuvo una merecida nominación al Oscar. La menuda Veronica Lake, que ya era célebre por su sello de identidad –larga y peinada melena rubia–, da el tipo perfecto de fría mujer fatal.
O.S.S. (1946) de Irving Pitchell. Película de rebosante patriotismo, e interesante por el realismo de sus escenas, rodada nada más terminar la Segunda Guerra Mundial con el firme propósito de homenajear a todos los héroes fallecidos durante el conflicto. Para ello se ideó esta historia de espionaje y aventura que toma su título original de la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos (“Office of Strategic Services”), que tantas operaciones de riesgo realizó contra los alemanes. Alan Ladd lidera a un grupo de paracaidistas que deben lanzarse en la Francia ocupada para destruir un túnel de vital importancia para los nazis. La operación no sale como estaba prevista y algunos de los miembros de la operación son capturados por la Gestapo.
Revolución en alta mar (Two Years Before the Mast, 1946) de John Farrow. Película que procede de un libro del mismo título que supuso todo un acontecimiento cuando se publicó en 1840. Su autor era un estudiante de Harvard llamado Richard Henry Dana Jr., y está basado en las experiencias vividas durante una travesía en barco como marinero desde el Cabo de Hornos hasta California. En este diario relataba las pésimas condiciones de higiene de los marineros, así como el trato sádico e inhumano de los oficiales al mando. Algo que se observa en el film cuando el marinero protagonista (Alan Ladd) es fustigado salvajemente por el capitán (Howard Da Silva, como un impresionante malvado). El largometraje está claramente influenciado por Rebelión a bordo (1935), incluyendo la insubordinación de Ladd ante los desmanes del capitán.
Calcutta (1947) de John Farrow. Producción de cine negro de bajo presupuesto y limitado metraje (poco más de 70 minutos), que cuenta la historia de tres amigos pilotos que, sin temer a la muerte, recorren Asia en sus aeroplanos. Cuando uno de ellos encuentra la muerte en Calcuta, sus amigos comienzan a investigar, encontrando en el camino a una peligrosa banda de ladrones de joyas. Guión bastante convencional –y rodaje realizado en los estudios Paramount simulando las calles de Calcuta.
Wild Harvest (1947) de Tay Garnett. Melodrama que toma como punto de partida a los granjeros de Texas, en forma de un pasional triángulo amoroso formado por los amigos Joe Madigan (Alan Ladd), Jim Davis (Robert Preston) y la chica de turno deseosa de recibir caros regalos (Dorothy Lamour). Los dos amigos se enfrentarán hasta sus últimas consecuencias por el amor de la muchacha. Las convincentes interpretaciones del trío no fueron suficientes para que el film funcionase en taquilla. Producida por Robert Fellows para Paramount Pictures, cuenta con una potente banda sonora de Hugo Friedhofer (1901-1981), uno de los más talentosos artesanos del Hollywood clásico, que realizó cientos de partituras como orquestador, director de orquesta y compositor no acreditado (lo que se conoce como “negro”) que acababa de ganar el Oscar por Los mejores años de nuestra vida (1946).
Beyond Glory (1948) de John Farrow. Historia militar que se desarrolla en la Academia Militar de West Point, donde un oficial es juzgado acusado de haber provocado la muerte de su capitán durante una misión. En el proceso vamos conociendo las partes de la vida de dicho oficial que forjaron su carácter heroico. Película rodada en la misma localidad de West Point, y donde el protagonista Alan Ladd aparece en algunos flashback como un cadete militar (aunque ya era talludito con 35 años). En el reparto le acompaña Donna Reed (que volvería a encontrarse con el actor en El misterio de una desconocida), y Audie Murphy (1924-1971), un auténtico héroe en la Segunda Guerra Mundial, que debutaba en este film como actor, tomándole tanto gusto a la cosa que intervendría como secundario en más de cuarenta largometrajes.
Saigon (1948) de Leslie Fenton. Película que volvía a reunir a la electrizante pareja de Alan Ladd y Veronica Lake, esta vez en una floja y exótica cinta de aventuras cuya acción se marchaba hasta el Shanghai de postguerra. Allí se encuentran dos pilotos que, ante la enfermedad terminal de uno de sus amigos, deciden buscar dinero para ayudarle aceptando un vuelo a Vietnam llevando a un pasajero de procedencia poco recomendable. La crítica achacó una alarmante falta de credibilidad a lo que sucedía en el film, sobre todo en los momentos en que Ladd y Lake se pierden en la jungla de Asia y sobreviven al tiempo que se enamoran con unos ropajes de lo más inadecuados, obra de la elegante Edith Head.
Smith, el silencioso (Whispering Smith, 1948) de Leslie Fenton. Primera película en color de Alan Ladd. También constituyó su primera aproximación al western, aunque el guión podría haber estado integrado perfectamente en las historias policiacas donde el actor había alcanzado el estrellato: Luke “el silencioso” Smith, es un agente gubernamental que debe desbaratar una banda de ladrones de trenes al tiempo que demostrar que su mejor amigo no está involucrado en los crímenes de dichos delincuentes. Dirige con solvencia el británico Leslie Fenton (1902-1978), que comenzó como actor en el cine mudo y que, después de esta película, terminaría su trayectoria profesional realizando otros dos westerns más como Tres tejanos (1949) y The Redhead and the Cowboy (1951).
El misterio de una desconocida (Chicago Deadline, 1949) de Lewis Allen. Ingeniosa y bien urdida trama de intriga en la que un periodista indaga sobre la vida de una mujer que ha aparecido muerta con evidentes signos de haberse suicidado. A través de su diario y entrevistas con personas que la conocieron va juntando las piezas de un complejo puzle donde comienzan a aparecer violentos personajes y conexiones con los bajos fondos. Alan Ladd es el periodista, en uno de sus mejores trabajos, mientras que Donna Reed es la mujer muerta que va apareciendo en diferentes flashbacks a lo largo de todo el filme. Adaptación de una novela de gran éxito de ventas en 1933, One Woman, escrita por Tiffany Thayer.
The Great Gatsby (1949) de Elliott Nugent. Segunda versión cinematográfica de la novela romántica de F. Scott Fitzgerald, tras la dirigida por Herbert Brenson en 1926. Su argumento es acerca de un misterioso millonario enamorado de la mujer que perdió en una ocasión. Un texto difícil de llevar a la pantalla, sobre todo por los matices que acompañan a los personajes y el carácter psicológico de su trama; de ahí que en esta adaptación se tuviese también en cuenta parte de la obra teatral escrita por Owen Davis sobre la obra de Fitzgerald. La crítica quedó entusiasmada con el papel de Ladd como el atractivo y seductor Gatsby, atribuyéndole casi toda la taquilla del film. Este título no se estrenó en España. La tercera visión de la inmortal novela se produciría en 1974, como El gran Gatsby, con Robert Redford en el discutible papel central.
(cont.)

1 comentario: