miércoles, 30 de diciembre de 2015

Noticias de libro; Una chica en invierno

Una chica en invierno

Philip Larkin
Traducción de Marcelo Cohen
Impedimenta
Madrid
2015
304 págs.
Un pequeño clásico que no ha dejado nunca de seducir por su delicado uso del lenguaje y su descarnada belleza.
Precisa, elegante, concisa, Una chica en invierno es la última de las grandes obras de Larkin que quedaba por publicar en castellano. Una historia de invierno y de verano, de guerra y de paz, de exilio y de hogar, y también una de sus piezas más sinceras, en la que se entrelazan huellas de su propia biografía. El autor nos sumerge magistralmente en la opresiva atmósfera del crudo invierno inglés en plena Segunda Guerra Mundial. Katherine es una joven refugiada que trabaja como bibliotecaria en una gris ciudad inglesa. Hastiada de su trabajo y de la vida en general, lo único que le hace mantener la esperanza es la perspectiva de un reencuentro con el que fue su primer amor. Así, en las horas previas a su cita, Katherine revivirá las idílicas vacaciones que supusieron para ella la pérdida de la inocencia y el paso a la edad adulta. Ahora Robin, el protagonista de aquel crucial verano, tan glorioso como mortificante, tan radiante como precozmente crepuscular, podría poner fin a su monótona vida y arrancarla para siempre de las garras de la frustración.
Philip Larkin (1922-1985) estudió en la Universidad de Oxford. Amigo fraternal de los también escritores Kingsley Amis y Edmund Crispin (a quien dedica este libro), está considerado uno de los poetas ingleses más aclamados del siglo XX.
De hecho, los reconocimientos a su labor literaria, entre los que se incluyó la Queen’s Gold Medal, fueron una constante en su vida. En 1984 se le ofreció el galardón, que rechazó, de poeta laureado del Reino Unido. Fascinado tras una primera lectura de Thomas Hardy, e influenciado por T. S. Eliot y W. H. Auden, comenzó a escribir en su adolescencia. Aunque al principio su producción literaria se limitó a la lírica, llegaría a escribir cinco novelas (tres de las cuales destruyó nada más terminarlas), una supuesta autobiografía y hasta un manifiesto creativo titulado «Para qué escribimos». A punto de sacar a la luz su primera novela, Jill (1946), su editor le preguntó si también escribía poesía. Como consecuencia de esto, apareció, tres meses antes que Jill, El barco del norte (1945), un poemario en la línea de W. B. Yeats. Poco después, Larkin comenzó a escribir Una chica en invierno, que publicaría en 1947 la prestigiosa editorial Faber and Faber. La obra se convirtió de inmediato en un rotundo éxito. El Sunday Times la describió como una narración de «una presentación exquisita y casi intachable». Jamás volvió a terminar una novela. Su madurez como poeta la alcanzaría durante los cinco años que pasó en Belfast. Allí escribió la mayoría de los versos que compondrían Un engaño menor, una recopilación de poemas que le consagró definitivamente como poeta de culto. Otras obras destacables son Ventanas altas (1974), donde refleja su preocupación por la muerte, o Las bodas de Pentecostés (1964). Larkin fue bibliotecario de la Universidad de Hull a partir de 1955 y crítico de jazz del Daily Telegraph. Falleció en 1985, a los sesenta y tres años de edad, víctima de un cáncer de esófago. Está enterrado en el cementerio municipal de Cottingham.

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