lunes, 19 de mayo de 2014

Efemérides de cine: Los santos inocentes

El pasado mes de abril de 2014, concretamente el día, 4 se celebró el trigésimo aniversario del estreno de la película española Los santos inocentes, dirigida por Mario Camus y protagonizada por Alfredo Landa, Terele Pávez y Paco Rabal, Juan Diego, Belén Ballesteros, Juan Sachez, Ágata Lys, Agustín González, Manuel Zarzo, Mari Carrillo, Maribel Martín, José Guardiola. Producción: Juliá Mateos. Dirección de producción: Andrés Santana. Guión: Antonio Larreta, Manuel Matji, Mario Camus, según la novela homónima publicada en 1981 por Miguel Delibes. Fotografía: Hans Bürmann. Música: Antón García Abril. Dirección artística: Rafael Palmero. Montaje: José María Biurrún. Duración: 102 minutos.  ProductoraGanesh.
Rodada entre las ciudades extremeñas Mérida, Zafra y Alburquerque. 
La película ganó la mención especial del jurado en el Festival de Cannes en 19841 y por sus interpretaciones, Alfredo Landa y Paco Rabal recibieron ex aequo el Premio de interpretación masculina.
Argumento en imágenes: Extremadura, década de 1960. El cortijo regentado por don Pedro el Perito  vuelve a recobrar vida, Se anuncia la llegada de la señora Marquesa. 
Ante el acontecimiento Paco el Bajo vuelve con su familia, Régula y sus tres hijos, al cortijo y se instalan en la vieja casa.
Muy pronto se les une el hermano de Régula, Azarías
EL señorito Ivan, un gran aficionado a la caza, cuenta siempre con paco para seguir manteniendo su fama en todas las batidas que organiza.
Las fiestas se suceden en la Casa Grande, siendo monótona en el cortijo. La Maquesa  continua siendo muy espléndida con sus criados.
Se celebra por todo lo alto la primera comunión de su nieto.
Don Pedro tiene problemas con la coquetería de su mujer, doña Purita. Y el señorito Iván sale una y otra vez de caza. 
Sus amigos ven a a la familia de Paco como la imagen típica de la zona.
Un día Paco se rompe una pierna al  caerse de un árbol. Esto contraría a Iván que no le permite recuperarse  y le arrastra a nuevas cacerías hasta que paco no se puede mover.
Los siguientes días de caza se vuelven contra Iván, que no consigue ninguna pieza, Prueba a Quirce, el hijo de Paco, y no le sirve; no tiene la destreza de aquél. Se lleva a Azarías y aunque lo hace mejor, no tan bien como Paco.
Un día, en un arrebato Iván mata a la "Milana bonita", el pájaro que había amaestrado Azarías. La tristeza se vuelca sobre el pobre viejo quien, al día siguiente, cuelga a Iván de un árbol.
Los obligan a Paco a abandonar el cortijo y Azarías es internado en un manicomio.
ComentarioLa adaptación cinematográfica de la obra de Miguel Delibes llegó en uno de los momentos más importantes del cine español de la transición democrática. El apoyo institucional, la recuperación de grandes actores y la maestría de un impecable director, aseguraron la calidad de un producto que casi antes de que finalizara el rodaje.
Los santos inocentes condiciona una primera y, quizás, definitiva mirada, a la lectura y análisis de los aspectos que la conforman como pilares inamovibles: el trabajo de Mario Camus, la historia-novela, los actores, el escenario circundante cargado de una emotiva belleza, trágica y desoladora.
Mario Camus
Mario Camus ha demostrado a lo largo de su dilatada carrera que la adaptación una obra literaria al cine, tal y como la percibe el lector, llevará a cometer multitud de errores que irían desde el hermetismo al desconcierto. Se hace, pues, necesaria una reinterpretación de todos aquellos elementos, humanos y objetuales, que conforman el todo de la acción. Los santos inocentes, pues, se convierte en una reflexión, amable y agresiva, del desequilibrio social, de la marginación, el desconsuelo de la negación, del sentimiento en favor de saludables despropósitos. Camus se encuentra con una novelas que es todo un cúmulo de imágenes que se agolpan en la mente del lector que desliza su mirada por cada una de las líneas de la historia. A través de ella se descubren las dos formas de vivir: el que nace para servir y el que manda; y dos maneras de pensar: el que reconoce su condición de ignorante y el que vive siendo ignorante (aunque utilice su nivel cultural, la palabra, para dominar al asombrado criado, que siempre había tenido de sobra con la pequeña batalla librada con "las cosas de la gramática"). Los primeros han tenido la fatalidad de nacer a un mundo en que todo es miseria, enfermedad, locura, locura, deformidad; los otros creen saber aprovechar su suerte. Paco el Bajo y su familia se resisten a contrariar a su señorito y éste disfruta doblegando a cad instante la triste vida de los pobres infelices: es la santidad e inocencia de los pobres que mueren nada más nacer.
Con todos estos elementos, y otros más que se deslizan de su lectura, Mario Camus supo, con buen hacer, evitar cualquier matización posible. El drama emerge a través de las imágenes por su propio pie, nadie condiciona ni perfila la intención del mismo. la narración anima a cada instante a ser participe de la historia. El acierto de la película está en conseguir ese acercamiento individualizado.
El realismo de la historia se transmite en cada imagen con una  fuerza que hasta el momento de su estreno no se había visto en ninguna producción española. Mario Camus consiguió llevar a buen puerto la película porque contó con un plantel de actores que pudieron demostrar de forma definitiva y, sin duda, gracias a la participación directa del propio Camus, su profesionalidad y buen hacer.
Paco el Bajo (Alfredo Landa) sorprendió por su humanidad y resignación: no sólo ha de satisfacer las exigencias del "señorito Iván", sino que ha de cubrir todos y cada uno de los feos que le hace su cuñado Azarías (Paco Rabal). Paco el Bajo es un personaje que rebosa sencillez, capaz de preocuparse por el misterioso asunto de las letras y descubrir con su olfato la presencia de cualquier humano o animal.
Régula (Terele Pavez) es todo bondad, abrir y cerra el portón, cuidar de su hermano Azarías, limpiar a la Niña Chica...; sólo se atreve a soñar cosas bonitas para sus hijos.
Azarías es la inocencia, el despojo humano que apenas reconoce su existencia, que todos los días de su vida se dedican a hacer el bien y el mal sin saber que hay cosas buenas y malas; que su "Milana bonita" y la Niña Chica son sus únicas preocupaciones, que no se lava no pasa nada, que el día que se atreven a herirle en sus "sentimientos" es capaz de arruinar a la familia. La simplicidad de Azarías es la que mueve la historia colmándola de ternura, animando a que se haga comprensible lo impresionatemente agresivo, dulcificando la provocación, alentando a amar lo que realmente merece la pena, la sutil pureza de las cosas. 
En Los santos inocentes el entorno juega un papel fundamental: da a Azarías y a paco el Bajo la naturalidad que respiran sus acciones. La montaña, el cortijo la casa, el bosque, los prados, las encinas, los pájaros..., forman parte de esos personajes. Los infelices que un día bajaron de la montaña para servir en el cortijo no son nadie si se les arranca de su medio.

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