sábado, 21 de febrero de 2015

Noticias de libro: En cuerpo y alma. Cancionero de Joy Division

En cuerpo y alma. Cancionero de Joy Division

Ian Curtis
Malpaso
Bacelona
2015
336 págs.
Muchas canciones contienen esporádicos chispazos de alto voltaje lírico, pero muy pocas consiguen sostener sus letras como creaciones autónomas: la palabra suele decaer (o pudrirse) sin el soporte de las notas. Hay, sin embargo, excepciones. Una de ellas es, por supuesto, Bob Dylan. Otra es Ian Curtis, fundador de Joy Division. Si los dioses le concedieron pocos días sobre la tierra, éstos fueron al menos generosos. Lo suficiente para dejarnos una obra espléndida y difícilmente clasificable.
El crítico Jon Savage ha reunido en este volumen las cuarenta composiciones que Curtis escribió a lo largo de una vida zanjada mediante suicido en 1980. Son textos vagamente misteriosos sobre los que planean las sombras tutelares de Kafka y las furtivas metáforas del modernismo. También asoma una realidad enconada: en ellos reconocemos el explosivo paisaje de Mánchester a finales de los setenta y la tragedia interior de un joven extraordinariamente sensible sometido al acoso de demasiadas fieras. Como complemento de esas magníficas letras se reproducen páginas de sus cuadernos y otros materiales que iluminan los aspectos menos patentes de ese trabajo poético. 
Ian Curtis fue el fundador, letrista y vocalista de la banda inglesa de post-punk Joy Division. Este libro (producido con especial mimo) recoge manuscritos originales de sus poéticas letras, transcripciones y traducciones de las mismas, así como varios apéndices con versiones alternativas, textos inéditos, cartas, reseñas, entrevistas, carteles, portadas, diseños y rarezas.
El prólogo es de su mujer, Deborah Curtis y la introducción, del crítico Jon Savage. 
Ian Curtis (Mánchester, 1956 - Macclesfield, 1980) se suicidó a los veintitrés años tras una vida marcada por la enfermedad, la depresión y el miedo. En julio de 1976, durante un concierto de los Sex Pistols, conoció a Bernard Summer y Peter Hook, con quienes fundaría Joy Division. La banda tendría una efímera trayectoria cortada de cuajo por la muerte de su cantante y letrista, pero dejó una huella imborrable en la historia de la música popular. También, como prueba este libro, en la historia de la poesía cantada.

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