lunes, 1 de agosto de 2022

La UFA - Universum Film AG (II)

(cont.)
La mujer en la Luna (1929),
de Fritz Lang
Tras la firma del armisticio en noviembre de 1918, las acciones del gobierno en la UFA fueron adquiridas por empresarios y banqueros y la industria cinematográfica alemana quedó en manos privadas. La UFA se dedicó sobre todo a abrir mercados exteriores y compró cines en España. Holanda, Suiza y Escandinavia, concentrándose en los países neutrales, en los que pudo penetrar poco después del fin de las hostilidades, antes de la rápida caída del marco que siguió al Tratado de Versalles y a las reparaciones de guerra impuestas por los Aliados. 
Encabezada por la UFA, la industria cinematográfica alemana floreció rápidamente y, en 1922, la producción se elevó a 472 títulos, descendiendo sin embargo hasta los 200 cuando la inflación comenzó a dejar sentir sus efectos. evidentemente, la calidad e interés de esas películas variaban mucho, pero la llamada "Edad de Oro" del cine alemán, los años 1920 había comenzado. El poder de la UFA aumentó cuando, en 1921, se fusionó con la Decla-Bioscop. de Erich Pommer. Esta empresa, que había sido también resultado de una fusión el año anterior, aportó a la UFA un capital de 30 millones de marcos, los grandes estudios de Neubabelsberg, cerca de Berlín, y el más destacado productor alemán de cine, el propio Pommer. 
Fue Pommer quien había producido en 1919 para la Decla-Bioscop El gabinete del Doctor Caligari, contratando a Robert Wiene cuando Fritz Lang, que era el director que realmente quería, resultó no estar libre. Pommer dio su aprobación al empleo de decorados expresionistas en esta película de presupuesto modesto, creando así un estilo que habría de ser adoptado por muchas películas alemanas de los años 1920, incluyendo El Golem (1920), de la UFA, dirigida por Paul Wegener y Carl Boese, y Fausto (1926), dirigida por F. W. Murnau. Pommer presionó también a Lubitsch para que abandonase las comedias, el género que le había hecho famoso y para que realizase superproducciones espectaculares, destinadas a demostrar al mundo la capacidad de los estudios alemanes. Fueron casi siempre el vehículo de lucimiento de la sensual Pola Negri, quien para la UFA, y dirigida por Lubitsch interpretó varias películas, antes de partir ambos para Hollywood. 
Fritz Lang filmando en la UFA
Fritz Lang desarrolló su carrera en la UFA sobre la base de de las películas espectaculares. Su mayor producción de esa época, Metrópolis (1927) fue también el proyecto más ambicioso de la UFA durante los años 1920, con un presupuesto que según Lang fue de cinco millones de marcos, y según la productora se elevó a ocho millones. Tardó diecisiete meses en rodarse, con 310 días de rodajes; para cuando se terminó, la UFA se encontraba en graves dificultades financieras. En 1927 fue adquirida por Alfred Hugenberg. Con el respaldo del Deutsche Bank, la UFA elevó su capital a 45 millones de marcos. Hugenberg, un nacionalista de extrema derecha, la obligó a producir noticiarios y películas propagandísticas. 
La UFA llegó a ser responsable del 80 por 100 de la producción de noticiarios y, gracias a su gigantesca cadena de salas y a sus contratos con cines independientes, pudo imponer sus producciones al público alemán. Finalmente, y gracias entre otras cosas a su ayuda, llegó Hitler al poder. 
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