domingo, 30 de julio de 2017

Kirk Douglas en diez películas (II)

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Guerrero carismático en Los vikingos (The Vikings, 1958), de Richard Fleisher. Galardonada con el premio Laurel de Oro de 1959 al mejor drama de acción y con el premio Zulueta de 1958 (actual Premio Concha de Plata) al mejor actor. Einar, hijo de Ragnar, bebe cerveza como quince y maneja la espada como nadie. Es verdadero, tatuado y duro vikingo, y Kirk Douglas lo encarna a la perfección. Pero, también con tanta pasión, este príncipe nórdico se enamora de una bella cautiva (normal, es Janet Leigh), la cual, por desgracia prefiere, un esclavo (Tony Curtis). Una gran película clásica de aventuras en Technicolor, firmada de nuevo por Richard Fleischer.
Esclavo libre en Espartaco (Spartacus, 1960), dirigida por Stanley Kubrick. Galardonada con 4 Premios Óscar y varios premios más (Globos de Oro, BAFTA, etc.). El gladiador de Capua (muerto el 71 a. de C.), se convirtió en el líder de la más famosa revuelta de esclavos en la antigüedad, es el papel icónico de Kirk Douglas. Productor, tiene el valor de empeñarse en que el guionista sea el comunista Dalton Trumbo. Douglas era consciente de que Kubrick tenía la intención de atribuirse el guion de la película, aunque éste había sido adaptado de la novela de Howard Fast por Dalton Trumbo, puesto en la lista negra de Hollywood durante el macartismo. Douglas, poderoso públicamente, se opuso a la exclusión de Trumbo y cuando el nombre de Trumbo finalmente apareció en los créditos la lista negra de Hollywood fue definitivamente cancelada. La película se convierte en un peplum espectacular, en forma de parábola antigua (y masculina) en la lucha de clases.
Arquitecto enamorado en Un extraño en mi vida (Strangers When We Meet, 1960), de Richard Quine. Un suburbio como cualquier otro, una historia de amor adultero de lo más normal. Pero Douglas, interpretando magistralmente, y Richard Quine, transforman esta comedia dramática en una sucesión de delicados momentos. ¿El más bello momento de la película? La casa, elegante y sobria, que el arquitecto construyó como una imagen amorosa, concebida para durar, pero repleta de sombras y dudas que porta el personaje de Margaret Gault (interpretado por Kim Novak). 
Un vaquero anacrónico en Los valientes andan solos (Lonely Are the Brave, 1962), dirigida por David Miller. Kirk Douglas cuenta en su carrera con varios westerns memorables: Camino de la horca (Along the Great Divide, 1951); Rio de Sangre (The Big Sky, 1952); Pacto de honor (The Indian Fighter, 1955); La pradera sin ley (Man Without a Star, 1955); Duelo de titanes (Gunfight at the OK Corral, 1957); El último tren de Gun Hill (Last Train from Gun Hill, 19959), entre otros. En esta asombrosa película encarna a un vaquero nostálgico de la conquista del oeste, perdido en las inmensidades del Nuevo México de la década de los 50 del pasado siglo. Modesto ganadero John W. Burns sólo se mueve a caballo incapaz de habituarse a las tensiones de la vida cotidiana. Se rebela contra el mundo moderno, al que considera posee unos valores equivocados... Fue uno de los personajes favoritos de Douglas. 
Publicista depresivo en El compromiso (The Arrangement), 1969, de Elia Kazan. Este director prefería a Marlon Brando, pero fue finalmente Kirk Douglas (a veces demasiado rígido en su interpretación en esta película), que obtuvo el magnifico papel de Eddie Anderson. Un publicista convencido de poder tenerlo todo, el bienestar material y ambiciones intelectuales, el confort del matrimonio y la aventura del adulterio. Una mañana, Eddie, en la autopista, de camino al trabajo, Eddie Anderson intenta suicidarse, consiguiendo herirse gravemente. En este papel, hijo de inmigrante griego.
Padre vengador en La furia (The Fury, 1978), dirigida por Brian De Palma. Kirk Douglas, leyenda de la época clásica del cine americano, no tendrán tirón con los realizadores del nuevo Hollywood. En 1978, sin embargo, Brian De Palma le ofrece su último gran papel, un  veterano del servicio secreto veterano que va en busca de su hijo, secuestrado por una agencia del gobierno de Estados Unidos, ya que está dotado con poderes extrasensoriales. La película, no es la mejor del director a pesar de algunos grandes momentos de la puesta en escena, a veces resulta algo pesada. Pero Douglas, ya con 62 años de edad en el momento del rodaje, todavía mantiene restos de sus mejores tiempos: sino véase como escapa de los asesinos saltando por los tejanos en pantalones cortos...

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