miércoles, 17 de abril de 2013

Biografías de cine: Charles Chaplin (I)

Charles Chaplin es el "clown" universal. Su figura es reconocida y su cine  inmediatamente comprendido por cientos de millones de personas de todas las culturas y  continentes, y su nombre su fama se han mantenido desde antes de la Primera Guerra Mundial.
Parte de la magia y del misterio de Chaplin se derivan del hecho de
que consiguiese elevarse hasta un pináculo sin precedentes de popularidad partiendo de los orígenes más humildes y menos prometedores que quepa imaginar. 
Nació el 16 de abril de 1889, en East Lane, Walworth, Londres, según declaró él mismo. No obstante, una cierta incertidumbre ha rodeado siempre a su lugar de nacimiento; no existe ningún certificado que testifique dónde nació, y los agentes de publicidad situaron el acontecimiento en distintos lugares. De hecho, al principio de su carrera, Chaplin afirmó que había nacido en Fontainebleau, Francia.
Lo que es innegable es que pasó los primeros días de su vida en el sur de Londres, en el barrio de Kennigton, en el que vivían numerosos actores de music-hall de la era victoriana. Charles Chaplin padre era un cantante de de dicho género, cuyo retrato aparece en algunos de los cancioneros ilustrados de la época. Hasta que el alcoholismo (la enfermedad profesional propia quienes se dedicaban al music-hall) se apoderó de él, parece que tuvo bastante éxito y su familia vivía razonablemente bien cuando nació Charlie. Sin embargo, al cabo de un año o dos, sus padres se separaron. Su padre murió cuando Charlie tenía sólo 12 años, y la señora Chaplin, que actuaba también en el music-hall, aunque no con mucho éxito, tuvo que criar a Charles y a su hermano mayor, Sydney, ella sola. Según la biografía de Chaplin, padecieron períodos de extrema miseria, e incluso hambre. Cuando la señora Chaplin sucumbió a las tensiones y perdió la razón, los dos niños tuvieron que pasar largos períodos en orfelinatos y otras instituciones.
Chaplin parecía predestinado a dedicarse al espectáculo. Afirmó que su primera aparición ante el público tuvo lugar a la edad de cinco años, cuando salió al escenario del teatro Aldershot Canteen para sustituir a su madre, que se había quedado repentinamente sin voz. A los ocho años, entró a formar parte de los Ocho Chicos de Lancashire, de Jackson, una de las troupes juveniles más populares en aquellos momentos. Posteriormente consiguió críticas favorables como actor infantil en el teatro “serio”, e interpretó el papel de Billy en Sherlock Holmes, tanto en el West End londinense como en giras por provincias.
Postal enviada el 8 de noviembre de 1915
desde Woolwich, al sudeste de Londres
Mientras tanto, Sydney Chaplin se había convertido en una de las máximas estrellas de la troupe cómica de Fred Karno. Este, que había sido anteriormente acróbata, creó lo que él mismo denominó su “Fábrica de Diversión” en Camberwell Road, Londres. En ella formaba y hacía ensayar a compañías de sketches cómicos que, durante muchos años, constituyeron la escuela de comicidad más rica y creativa del music-hall británico. Sydney Chaplin convenció a Karno para que contratase a su hermano para un sketch titulado The Football»Match. Al cabo de un par de años, Chaplin se había convertido en un destacado cómico, así como en la estrella de las compañías que Karno envió a Estados Unidos de gira en 1910-11 y 1912-13.
Durante la segunda de esas giras, la Keystone. de Mack Sennett, le ofreció un contrato por un año. Aunque vacilante, decidió aceptarlo, debido a que el sueldo de 150 dólares duplicaba el que le pagaba Karno, y se unió a Sennett en California. Al principio, Chaplin se sintió incómodo en el nuevo medio. Le trastornaba el caos reinante en el estudio de Sennett, y los actores cómicos de éste encontraron su estilo, mucho más sutil y refinado que el slapstick que ellos practicaban, extremadamente lento. Chaplin no se llevaba demasiado bien con su primer director, Henry Lehrman, y se resintió además de tener que adaptarse y seguir las directrices fijadas por su joven, bella y experimentada partenaire, la consumada actriz cómica Mabel Normand.
En la película, Charlot periodista (Making a Living, 1914) de Henry Lehrman,  en la que aparecía vestido como un dandy de dudosa elegancia, fue mediocre, aunque bien recibida por la crítica especializada de la época. No obstante, para la titulada Carreras sofocantes (Kid Auto Races at Venice, 1914) de Henry Lehrman, improvisación de cinco minutos de duración, adoptó ya el vestuario con el que se haría famoso. Según la leyenda, estaba compuesto por prendas de vestir que le pidió prestadas a otros actores cómicos de Sennett: los gigantescos pantalones de Fatty Arbuckle; la pequeña chaqueta de Charles Avery; un sombrero hongo que pertenecía al suegro de Arbuckle; las botas de Ford Sterling, tan grandes que se las tenía que poner en los pies que no correspondían: y el bigote de Mack Swain, drásticamente recortado.

Posteriormente, Chaplin escribió: “No me planteé crear un ‘personaje’. Pero, desde el momento en que me vestí de esa manera, las ropas y el maquillaje me hicieron sentir que lo era. Comencé a conocerle mejor y, cuando me puse delante de las cámaras, había comenzado a tener ya una existencia propia.
A lo largo de los 22 años siguientes, el personaje fue desarrollado y perfeccionado. El protagonista de Luces de la ciudad (City Lights, 1931) o Tiempos modernos (Modern Times, 1936) es mucho más complejo que el vagabundo de los primeros cortos de slapstick rodados para Mack Sennett, que casi se limitaba a doblar vertiginosamente las esquinas, sujetándose el sombrero con una mano, mientras era perseguido por los famosos policías de la Keystone, y a hacer frente con sus sucias mañas a  iracundos gigantones bigotudos.
Pero los rasgos generales del personaje: la gama de emociones, que van desde la dureza y la insensibilidad hasta el sentimentalismo más exacerbado, la de sus acciones, que oscilan entre el desprendimiento y la nobleza y la mayor de las ruindades, su resistencia a las adversidades, etc., aparecieron muy pronto, y ya claramente definidos.
Chaplin se pasó todo 1914 en la Keyston, donde aprendió el oficio, y rodó en total 35 películas. A partir de la doceava, Charlot camarero (Cought in a cabaret), comenzó a participar en la dirección, y a partir de la vigésima Charlot falso dentista (Laughing Gas) las dirigió él solo. Vistas hoy en día, esas películas resultan bastante toscas y primitivas. En sus tramas abundan los dentistas, los policías, los maridos celosos, los choques de coches, los lagos en los que se caen los personajes, los coqueteos ilícitos, los resbalones, los golpes y las carreras. Sin embargo, ya en un título como Charlot conserje (The New Janitor), Chaplin empezó a intentar alcanzar una mayor sutileza tanto en calidad de narrador como en calidad de actor.
Prosiguió su intento en la Essanay, la compañía a la que Chaplin se unió en enero de 1915, en el primero de una serie de cambios de empresa con los que conseguiría elevar espectacularmente sus honorarios. Al principio, Chaplin no se sintió feliz en los estudios de la Essanay en Chicago, aunque realizó un espléndido corto cómico sobre la industria del cine, titulado Charlot cambia de oficio (His New Job, 1915). Cuando se trasladó a los estudios de la compañía en la Costa Oeste, se llevó consigo a un nuevo director de fotografía, Roland Totheroh, quien habría de trabajar con él durante los 30 años siguientes. 
En Niles. California, Chaplin comenzó a formar una “compañía estable” en torno suyo, y su descubrimiento más importante fue Edna Purviance, una bella mecanógrafa sin experiencia cinematográfica previa. Habría de ser su partenaire ideal durante los ocho años siguientes; y, a diferencia de la más enloquecida Mabel Normand, fue una actriz femenina y cálida, probablemente la responsable del creciente romanticismo perceptible en la obra de Chaplin de este período, y que resultó sobre todo evidente en dos de las primeras películas rodadas por Chaplin para la Essanay, Charlot vagabundo (The Tramp), Charlot portero de banco AKA Charlot y los atracadores (The Bank), ambas de 1915. Al mismo tiempo, Chaplin se estaba haciendo cada vez más ambicioso, dedicando más tiempo a la labor de localización y al rodaje de sus películas. Para Charlot marinero AKA El marino (Shangaied, 1915) hizo incluso explotar una pequeña goleta, con el fin de lograr un final  espectacular. 

En su última película para la Essanay, Charlot licenciado en presidio AKA Charlot maleante (Pólice, 1916), introdujo una cierta ironía social que anunciaba ya la de El chico (1921) y El peregrino (1923).
Con el siguiente cambio de Chaplin, sus honorarios ascendieron a 10.000 dólares a la semana, con gratificaciones extra. Dedicó 16 meses a las 12 películas de dos bobinas que rodó en sus estudios Lone Star para la Mutual. Las tramas eran más elaboradas y las películas estaban plagadas de gags (inspirados por una situación o un escenario natural), como sugieren los propios títulos: Charlot encargado de bazar AKA Charlot en la tienda (The Floorwalker), Charlot bombero (The Fireman), Charlot tramoyista de cine (Behin the Screen), Charlot héroe del patín (The Rink), todas de 1916, y Charlot en el balneario (The Cure, 1917).

Algunas de ellas son verdaderas muestras de virtuosismo: por ejemplo, Charlot a la una de la madrugada AKA Charlot noctámbulo (One a. m., 1916) es prácticamente un solo, en el que Charlot vuelve a casa borracho y se enfrenta con una cerradura que se niega a abrir, una cama plegable, una piel de tigre y otros peligros domésticos. Charlot prestamista (The Pawn Shop AKA At the Sign of the Dollar, 1916) incluye una larga toma ininterrumpida de la “autopsia” del despertador de un cliente. Otras películas, incluyendo Charlot músico ambulante AKA Charlot bohemio (The Vagabond AKA Gipsy Life, 1916) y Charlot emigrante (The Inmigrant, 1917), explotaban más bien la capacidad de Chaplin para el patetismo y el drama.
Un nuevo acuerdo de distribución con la First Nacional permitió a Chaplin ver cumplida su ambición de contar con un estudio propio, en el que trabajaría durante los 24 años siguientes. El contrato le exigía realizar ocho películas en el plazo de 18 meses: en lugar de ello, tardó cinco años en rodarlas, pero entre ellas hay al menos tres obras maestras. La primera, Vida de perro (A Dog's Life, 1918) agudizó el elemento de sátira social ya presente en otras películas de Chaplin, trazando un claro paralelismo entre la vida de Charlot y la de su fiel perro callejero.

Luego Chaplin se vio acusado de mal gusto por retratar de forma cómica la vida en los frentes durante la Primera Guerra Mundial; pero los hombres que realmente la conocían se sintieron encantados con Armas al hombro (Shoulder Arms, 1918). y hoy en día, la metamorfosis cómica que hace Chaplin de la guerra proporciona una idea más nítida de cómo debieron ser aquellos tiempos que otras películas más dramáticas. 
Al sol AKA Charlot en el campo (Sunnyside, 1919), es una especie de comedia pastoral, poco representativa del estilo de Chaplin. y que no tuvo demasiado éxito. Un día de juerga (A Day's Pleasure, 1919) es, sin embargo, un divertido retrato de las desventuras de un hombre sencillo que lleva a su familia de excursión en un Ford; uno de los hijos era interpretado por Jackie Coogan, cuya capacidad interpretativa y gran espontaneidad inspiraron  en parte la siguiente película de Chaplin, El chico (The Kid, 1921). Se trataba de un melodrama sobre una madre soltera y su hijo abandonado, que permitía hacer reír con la involuntaria adopción del niño por parte de Charlot y llorar con las desventuras de ambos y la patética y profunda relación que se desarrolla entre el niño y el adulto. Tras acabar esta película, Chaplin decidió hacer turismo por su país natal y una gira por toda Europa. Fue quizá el momento culminante de toda su carrera; pues, hasta entonces, pocas celebridades habían despertado tanta expectación y entusiasmo como él, viéndose además adulado por grandes políticos y estadistas europeos.

Las dos películas que rodó a su vuelta, Vacaciones (The Idle Class, 1921), basada en una típica situación de slapstick. y en la que interpretaba dos papeles, y Día de paga (Pay Day, 1922), otra comedia sobre la vida real, en la que se veía a Charlot con un trabajo, un hogar y una esposa gruñona, tuvieron sólo un éxito moderado; pero con El peregrino, su reputación crítica volvió a subir como la espuma. El peregrino (The Pilgrim, 1923)cuenta la historia de un preso que se fuga de la cárcel, roba las ropas de un sacerdote que se está bañando, y es confundido con el nuevo pastor de una pequeña comunidad del Midwest americano, y el argumento ofrecía a Chaplin numerosas oportunidades de burlarse de la beatería, la hipocresía y los buenos modales.


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