El 20 de mayo de 1963 se estrenó la película británica Maniac, dirigida por Michael Carreras. Protagonizada por Kerwin Mathews, Nadia Gray, Donald Houston, Liliane Brousse, George Pastell, Arnold Diamond, Norman Bird, Justine Lord, Jerold Wells. Productora: Hammer Films Productions.
Sinopsis argumental: Venganza diabólica (Maniac) se desarrolla en la Camarga, una región ubicada en el sur de Francia –cuyo eje es Marsella-, caracterizada por su carácter rural y la violencia soterrada de sus costumbres. Cercana en su ambientación a la Andalucía española, lo abrasador de su clima lleva ligada el gusto por las corridas de toros y los caballos. Será un contexto al que se acercará el joven pintor norteamericano Pual Farrell (un muy eficaz Kerwin Mattews). Huyendo de una extraña historia amorosa con una rica heredera, recala en un hostal ubicado junto a un paso fluvial, en el que trabará contacto con Eve Beynat (la sensual Nadia Grey) y su hijastra Anette (Liliane Brouse). La primera es la esposa de George, quien cuatro años atrás cometió un cruel asesinato en la persona de un hombre que abusó de Anette, siendo internado en un manicomio situado en la citada Marsella. Confeso misógino, Paul coqueteará con las dos mujeres que regentan el bar del rústico establecimiento, hasta que decida mantener una relación más estrecha con Eve, quien le hará partícipe de un plan ideado por su esposo para hacerle escapar del manicomio, y con su huída propiciar que esta pueda iniciar una nueva vida sin tener presente la sombra de su marido. La cita se celebrará una noche, y en apariencia esta resultará un éxito. Sin embargo, ello no será más que el inicio de una pesadilla en la que se sumirá tanto el norteamericano como la esposa e hija del huido.
Comentario: En una de las mejores introducciones pre-créditos, un camionero observa a una adolescente y se ofrece a llevarla en su vehículo. Las cosas se distorsionan y hay un hecho de violación del que un chico, testigo eventual, se retira en pos de avisar a algún mayor. Tras este complejo incidente comienzan los títulos de crédito y surge una sensación de incomodidad debido a que mientras leemos los nombres del plantel artístico y técnico involucrado, tenemos la certeza que el violador está profanando a la niña. Al final de los créditos cuando llega el padre de la chica y se topa con un cuadro perturbador: su hija caída en el medio del camino y el violador saliendo de un matorral con expresión de placer. A través de un hábil planeamiento visual, observamos (o mejor dicho, no observamos, ya que no hay ningún hecho violento en pantalla) como el camionero es reducido, introducido en un garage y asesinado con un soplete por el iracundo padre.

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