jueves, 5 de octubre de 2023

Victor Sjöström, el pionero del cine escandinavo venerado por Ingmar Bergman (I)

Comparado con Victor Hugo por la fuerza de sus temas sociales, descubiertos por los surrealistas gracias a su La carreta fantasma (
Körkarlen, 1921), adorado por Friedrich Murnau, maestro del expresionismo alemán, el sueco Victor Sjöström, de los años 1910, marcó el cine, primero escandinavo, luego global, con su toque personal. ¿Su fuerza? El uso de la naturaleza al servicio del relato: “Para él, los paisajes son estados de ánimo y los estados de ánimo son paisajes”, escribió un cronista de la época.
Nació el 20 de septiembre de 1879 en Silbodal, Värmland, como Victor David Sjöström. A la temprana edad de 1 año, su familia se trasladó a la ciudad de Nueva York, viviendo en Brooklyn. A los 7 años su madre falleció y la familia retornó a Suecia, asentándose en Estocolmo. Su interés por la actuación comenzó a los 17 años, cuando se incorporó a una compañía teatral ambulante.
En 1912, a la edad de 33 años, Sjöström ingresó a los estudios cinematográficos Svenskabiografteatern de Estocolmo como actor y director y donde dirigió más de 50 películas, en su mayoría mudas, participando además como actor en más de 40 filmes, hasta el año 1923. Al año siguiente, su película Ingeborg Holm, sobre las tribulaciones de una joven viuda, fue un éxito.
En 1921, como hemos citado anteriormente, dirigió la película La carreta fantasma (Körkarlen), basada en la obra de Selma Lagerlöf, participando además como guionista. La película es considerada todo un clásico del cine fantástico y alegórico del cine mudo a nivel internacional, en la misma medida que las películas de Fritz Lang -Metrópolis (1927), Una mujer en la luna (Frau im Mond1928); Robert Wiene -El gabinete del doctor Caligari (Das Cabinet des Dr. Caligari, 1919) o Murnau -Nosferatu: Una sinfonía del horror (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922).
Victor Sjöström en La carreta fantasma (1921)
En 1924 se trasladó a Hollywood, llamado por el productor Louis B. Mayer, dirigiendo, con el nombre Victor Seastrom, su primera película, Name The Man, para la productora Goldwyn Pictures Corporation, y luego El que recibe las bofetadas (He Who Gets Slapped) –con su apellido anglicanizado a Seastrom​–, para la recientemente formada Metro-Goldwyn-Mayer, con las estrellas cinematográficas Lon Chaney, Norma Shearer y John Gilbert.
Dirigió ocho filmes más, pero debido en gran parte a las dificultades que presentaba el cine sonoro, decidió regresar a Suecia en 1930, retomando su profesión de actor hasta 1957, siendo su última participación, a los 78 años de edad, en la película Fresas salvajes, de Ingmar Bergman.
Algunas de sus obras mayores como director, aparte de las citadas, son: 
-Ingeborg Holm (1913), basada en una obra teatral de Nils Krok, comprometida y realista visión de la cruda realidad de las personas pobres en la Suecia contemporánea, sin renunciar a la poesía en las imágenes.
Hilda Borgström y Aron Lindgren en Ingeborg Holm (1913)
- Había una vez un hombre (Terje Vigen, 1917), La película se basa en las 52 estrofas del poema épico del mismo nombre (1882), de Henrik Ibsen, sobre la miseria de las relaciones humanas de poder en tiempos de la Guerra napoleónica, donde el propio Sjöstrom interpretó el papel protagonista. 
Había una vez un hombre (1917)
- El forajido y su esposa, también conocida como Los proscritos (Berg-Ejvind och hans hustru, 1918), adaptada de una obra teatral y considerada por la crítica internacional como una de las cumbres del cine mudo nórdico.
El forajido y su esposa (1918)
(cont.)

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