domingo, 5 de mayo de 2013

Biografías de cine: Spencer Tracy (I)

Spencer Tracy

Para Spencer Tracy el cine era su propia vida, más que nada él mismo. Tal vez ello en sus interpretaciones sobre todo se encontraba su personalidad y su carácter.
Spencer Bonaventure Tracy nació el 5 de abril de 1900 en Milwaukee, Wisconsin, segundo hijo de un vendedor de camiones y una ama de casa de orígenes irlandeses. En la Marquette Academy conoce al actor Pat O'Brien y juntos abandonan los estudios para alistarse en La Marina, Tracy tiene 17 años. Sueña con entrar en combate, pero cuando la Primera Guerra Mundial acaba, Tracy sigue en una base de la marina estadounidense en Virginia. Decide retomar sus estudios y en el Ripon College participa por primera vez en una representación teatral, la experiencia le fascina. Decide ser actor y en compañía de O'Brien viaja a Nueva York para estudiar arte dramático. Los dos debutan en la obra R.U.R, en 1923, interpretando a un robot mudo; en este mismo año contrae matrimonio con Luise Treadwell.
“El mejor actor del mundo» le llamó un periodista efusivo cuando Tracy
fue nominado al Oscar por El padre de la novia (Father of the Bride, 1950) de Vincente Minnelli. Pero mucha gente, incluyendo numerosos actores, se mostraría de acuerdo con esta definición.
“¿Cómo puede nadie decir que soy el mejor del mundo? Eso es una tontería. Como toda esta historia de los Oscar. Me complace mucho verme nominado e incluido entre otros actores, todos ellos más merecedores del premio que yo, y eso es suficiente honor para mí. Pero, en caso de que ganase, ¿debería considerarme mejor que ellos? Por supuesto que no. Una buena interpretación depende del papel y de lo que el actor en cuestión aporte al mismo. Pero sólo él. Yo puedo aportar Spencer Tracy a un papel y nadie que no sea yo puede hacerlo. Yo soy el Spencer Tracy del mundo. Y si quieren darme un premio por eso que me lo den, pues me lo habré ganado.”
Esta es una curiosa visión de su propio trabajo pero no por ello menos cierta. Spencer no interpretaba papeles, los papeles le interpretaban a él. Sus interpretaciones eran parte de él. Eran él.
Descubrió esta peculiar forma de enfocar su carrera durante los ensayos de The Last Mile en 1930. Se trataba de una de las obras teatrales más destacadas de la época, en la que se cuestionaba el derecho de la sociedad a quitarle la vida incluso a los asesinos. Chester Erskine la dirigió en un nuevo estilo de realismo, que había conseguido introducir con éxito en anteriores producciones, un realismo auténtico nacido de un mundo sumido en la gran  Depresión económica de 1929, de un mundo que no soportaba ya los eufemismos. La obra tenía como protagonista a un asesino convicto y confeso que esperaba el cumplimiento de la pena capital en las celdas para condenados a muerte de una prisión americana, y que prefiere morir en violenta protesta en lugar de como una víctima pasiva.
Un misteriosos viajero manco (Tracy) llega al
soñoliento pueblo de Conspiración de silencio.
Spencer había aparecido anteriormente en toda una serie de obras de lo más diverso. Se trataba de un actor prometedor que en ocasiones había dado muestras de verdadero talento. Erskine había visto alguna de sus interpretaciones y no le convencía demasiado como candidato para interpretar el protagonista de The Last Mile. Estaba a punto de descartarle, cuando se acordó de algo ocurrido durante una breve entrevista entre ellos. Como era casi el momento de la cena, le invitó a que se uniese a él en una ronda por los distintos teatros de la ciudad. Entonces, en una atmósfera menos tensa, se dio de repente cuenta mientras hablaban de que debajo de la superficie había un hombre apasionado, sensible, violento y desesperado; no se trataba de un hombre vulgar y era, por tanto, un tipo adecuado para el papel.
Tracy como "Bugs" Raymond, un conductor
de camión convertido en gángster en Quiick Millions.
La noche del estreno, Erskine se situó al fondo del teatro y comprobó cómo, después de unos comienzos tímidos e inseguros, iba dándose cuenta de su propio poder según el público iba entregándose a la obra y respondiendo a su vigorosa personalidad y capacidad como actor. Comprendió que se había descubierto a sí mismo como intérprete y también él lo sabía.Aquella obra y su interpretación lanzaron a Tracy a un estrellato permanente.
Como es lógico, era inevitable que el nuevo realismo del teatro pasase al cine, sobre todo en aquellos momentos de transición entre el mudo y el sonoro.
John Ford vino a Nueva York y vio The Last Mile. Se sintió fascinado con Tracy y lo invitó a rodar una de sus primeras películas sonoras con él. Resulto ser Río arriba (Up The River, 1930), una comedia burlesca sobre las cárceles sin ninguna calidad. Fue un desafortunado comienzo para Spencer.
La Fox, la compañía que lo había contratado, lo encasilló en papeles parecidos y siempre en películas de poca calidad, aunque sus interpretaciones superaban siempre con mucho la banalidad de las mismas:
  • Quick Millions (1931) de Joseph H. August. Cine negro.

  • Goldie (1931) de Benjamin Stoloff. Comedia. Es un remake de la película muda de Howard Hawks, Una chica en cada puerto (A Girl in Every Port, 1928).

  • Sangre joven (Young America, 1932) de Frank Borzade. Adaptación de una obra teatral de John Frederick Ballard, en la que se abordaba el tema de la delincuencia juvenil.

  • Veinte mil años en Sing Sing (20.000 Years in Sing Sing, 1932) de Michael Curtiz. Drama carcelario basado en hechos reales, a partir de una adaptación de libro de memorias de Lewis E. Lawes, que fue alcaide la prisión de Sing Sing algo más de veinte años (1920-1941).

  • Mi chica y yo (Me and My Girl, 1932) de Raoul Walsh. Una interesante comedia que se salva por la pareja protagonista: la simpática camarera Helen Riley (Joan Bennet) y el policía de barrio Dany Dolan (Spencer Tracy).


Finalmente, consiguió un respiro gracias a los críticos de cine que se quejaron de cómo se estaba desperdiciando su talento, y pudo trabajar en algunas películas interesantes, sobre todo en el drama Poder y gloria (The Power and the Glory, 1933) un brillante estudio de Preston Sturges sobre el ascenso de un industrial, en el que Spencer alcanzaba la madurez como actor cinematográfico en un papel a su altura.



Pero, este período de “luna de miel” duró poco tiempo, y Tracy se encontró nuevamente encasillado en los papeles de siempre. Pero ya había aguantado demasiado y se rebeló. Tras una serie de airadas protestas y de mal  comportamiento, la Fox rescindió su contrato. De esta etapa son:


  • Fuero humanos (Man's Castle, 1933) de Frank Borzade. Melodrama ambientado en Estados Unidos en la época de la Gran Depresión.


  • La comedia Una avería en la línea (Looking for trouble, 1934) de William A. Wellman. 
  • María Galante (Marie Galante, 1934) de Henry King. Un thriller basado en la novela de Jacques Deval.
  • El drama La nave de Satán (Dante's Inferno, 1935) de Harry Lachman. 
  • La comedia romántica It's a Small World (1935) de Irving Cummings.
La voz que acusa (The Murder Man, 1935) de Tim Whelan. Este fue el primer film de Spencer Tracy para la MGM, además del debut de James Stewart en el cine. La historia nos sumerge de lleno dentro del mundo del periodismo de sucesos, donde prima revelar la noticia antes que otro periódico sin para ello descuidar una crónica artesanada pero legible al gran público. Spencer Tracy interpreta a un periodista alcohólico pero destacado en el ámbito criminológico. Poco después, firmaba con la MGM. Empezaba así la segunda y crucial fase de su carrera. 
    Jaque al rey (Whipsaw, 1935) dirigida por Sam Wood. Cine de gángsters a cargo de la Metro Goldwyn Mayer en un intento de neutralizar la cantidad de obras maestras que llevaba producidas la Warner Bros. sobre dicho género. Para ello se contó con el protagonismo de dos de sus estrellas más populares: Spencer Tracy y Myrna Loy. Él como un agente de policía infiltrado en una banda de malhechores, ella como la chica del jefe que intenta salir de esa mala vida enamorándose del recién llegado.
    En 1936 protagoniza el drama criminal de J. Walter Ruben, Flor de arrabal (Riffraff), con Jean Harlow.
    Ese mismo año de nuevo con Jean Harlow interpreta la comedia de enredo Una mujer difamada (Libeled Lady) de Jack Conway. La historia empieza con la publicación en un periódico de un falso rumor, que involucra a Connie Allenbury (Myrna Loy) una rica heredera, en el cual informan un supuesto casamiento de ella con un hombre casado, por lo cual ella demandara al diario por dicha difamación, por la suma de un millón de dólares, y al ser Haggerty (Spencer Tracy) responsable de la publicación, solicitará de la ayuda de un amigo, que es un experto en los engaños Bill Chandler (William Powell), juntos elaboraran un plan, que consistirá en casar primero a Bill con Gladis (Jean Harlow), de ahí Bill deberá seducir a Connie, para que el rumor ahora si sea real, y con esto retire su denuncia,
    Louis B. Mayer, director de la Metro, no estaba convencido de que Spencer tuviese “sex appeal”, por lo que le hizo interpretar San Francisco (1936) de  W. S. Van Dyke, junto a Clark Cable y Jeannette MacDonald, que eran las verdaderas estrellas de la película. Relato del gigantesco terremoto que sacudió la ciudad de San Francisco en 1906. Obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película y mejor actor (Spencer Tracy). Obtuvo el Oscar al mejor sonido.
    Cualquiera mínimamente familiarizado con la vida privada de Spencer podría haberle asegurado a Mayer que estaba muy equivocado a este respecto, como descubrió Irving Thalberg, el jefe de producción de los estudios, que lo emparejó con algunas de las estrellas más hermosas de Hollywood, a las que conquistaba en la pantalla siempre que el guión lo permitiese, y fuera de ella, lo permitiese o no.

    La MGM se dio pronto cuenta de que había conseguido una gran estrella merecedora de los mayores cuidados. A diferencia de otras, Tracy no se estereotipó nunca ni repitió el mismo personaje en distintas películas. Lo más asombroso de los papeles que interpretó consiste en  la gran variedad: 
    • Hizo de víctima inocente en Furia (Fury, 1936) de Fritz Lang. Primera película americana de Lang. Nominada al Oscar a la mejor historia original (Norman Krasna), se inspira en un linchamiento público ocurrido en California en 1933. El productor fue Joseph Leo Mankiewicz. La acción comienza en Chicago en la primavera de 1935 y termina en torno a setiembre de 1936 en Strand. Narra la historia de un joven, Joe Wilson (Spencer Tracy), honrado y trabajador, enamorado de su novia Katherine Grant (Sylvia Sidney), que aplaza la boda por falta de dinero. Ella marcha a Capitol City (Texas), donde le han ofrecido trabajo. Él se traslada a Illinois, donde monta una gasolinera. Tras algo más de un año, Joe va al encuentro de Kathy para contraer matrimonio. Cerca de la localidad de Strand es retenido por el sheriff, como sospechoso de haber participado en un secuestro que ha conmocionado la ciudad. La película explora los móviles de la venganza. La colectiva se basa en la falta de confianza en la justicia, en deseos precipitados de compensar el mal y, en ocasiones, en impulsos irresponsables de diversión. La individual suele basarse en el instinto de responder al mal recibido procurando daño a los responsables.

    • De encantador pescador portugués en la adaptación de la obra homónima (1897) de Rudyard Kipling, Capitanes intrépidos (Captains Courageous, 1937) de Victor Fleming, con Freddie Bartholomew, Lionel Barrymore, Melvyn Douglas, Mickey Rooney, John Carradine. Narra la historia de Harvey Cheyne (Freddie Bartholomew), de 10 años, hijo único de padre rico (Melvyn Douglas), que enviudó hace tiempo. Harvey es caprichoso, manipulador y presumido, quiere obtener todo lo que desea, aunque tenga que comprar voluntades o hacer trampas. El padre le tiene algo descuidado, porque los negocios le absorben. Durante una travesía en trasatlántico, después de tomar seis helados, cae accidentalmente al agua en alta mar, sin ser visto. Es recogido por un marinero, Manuel Fidello (Spencer Tracy), que lo lleva al barco bacaladero en el que trabaja.El relato consigue crear un crescendo de emotividad, que lleva al espectador desde el rechazo inicial de Harvey, hasta el reconocimiento y afecto. El muchacho ha crecido en un ambiente de lujo, comodidad y atenciones, marcado por el doble error del padre de desatenderle y compensarle consintiendo sus caprichos y fomentando su conducta pretenciosa al darle más dinero de lo razonables. En el barco de pesca, Harvey se ve inmerso en una comunidad que trabaja con dureza, siente indiferencia por la posición acomodada del padre y responde a su falta de integración social con animadversión y rechazo. La actuación paternal de Manuel, comprensiva, afectuosa y protectora, hace posible que el chico vaya aceptando las normas del grupo y asumiendo las tareas que se le asignan. A lo largo del proceso, aprende a compartir, colaborar, ayudar y, sobre todo, a ser compañero de los iguales y amigo de los amigos. Ha de renunciar al orgullo, la presunción y los caprichos. Gracias a ello descubre la riqueza del espíritu humano, su generosidad y lealtad. Pasa de ser un niño inmaduro y mimado a ser un muchacho juicioso, razonable y respetado. Spencer Tracy obtuvo merecidamente su primer Oscar. "¿Qué no tengo nada? Mi padre me enseñó a cantar al sol y a las estrellas, me regaló este instrumento con el que hacer música, me enseñó a pescar y me dio brazos y piernas fuertes, y además tenía dieciséis hijos más. ¿Qué sabrás tú, pescadito...?"

    • De amable sacerdote en Forja de hombres (Boy's Town, 1938) de Norman Taurog. El padre Flanagan, uno de los papeles más recordados de la carrera de Spencer Tracy, por el que obuvo su segundo Oscar. En varias ciudades del mundo existen ahora instituciones para niños llamadas La ciudad de los muchachos (Boys town). El nombre se originó, en 1917, cuando el sacerdote Edward J. Flanagan (1886-1948), tras haber fundado en Omaha, Nebraska, EEUU, una casa para niños sin hogar donde apenas cabían unos cuantos, sus aspiraciones crecieron, y con deudas y la ayuda de grandes amigos, consiguió trasladarse a un buen terreno de 80 hectáreas con capacidad para 500 jóvenes, llamada entonces Boys Town. Mickey Rooney como el rebelde y desadaptado Whitey Marsh, “el único chico al que –dirá Flanagan- no he sido capaz de llegarle al corazón”, y en especial, Bobs Watson como Pee Wee, complementan muy bien a Tracy con dos ejemplares juveniles que consiguen dejar huella. La historia nos da suficientes razones para comprenderlos… para conocerlos… y para llegar a quererlos contra todos sus devaneos. También hay que hacer mención de Henry Hull, como el filántropo Dave Morris.
    • De intrépido explorador en El explorador perdido (Stanley and Livingstone, 1939), de Henry King y Otto Brower. Henry M. Stanley acepta una inusual propuesta del director del periódico para el que trabaja. Se trata de localizar al misionero escocés David Livingstone, desaparecido en plena selva africana. Cuando por fin lo localiza, no sólo descubre que ha contraído una grave enfermedad, sino que vive perfectamente integrado entre los nativos.

    • De Pilón, un campesino mejicano algo ratero, en la adaptación de la novela homónima del premio nobel John Steinbeck, La vida es así (Tortilla Flat, 1942) de Victor Fleming. La acción dramática tiene lugar en 1os primeros años 30, durante la Gran Depresión, en Monterrey, Redwood Forrest y Tortilla Flat, zona de las colinas de California, próxima al puerto de Monterrey, poblada mayoritariamente por “paisanos”, descendientes de los primeros colonos españoles y mejicanos, que como vaqueros se establecen en el lugar antes de la independencia de California (1846). Los “paisanos” forman una comunidad de desheredados, desarraigados e inadaptados que sobreviven como pícaros. Danny (John Garfield) hereda dos viviendas de madera, hecho que le convierte en foco de atención de los vividores, oportunistas y holgazanes Pilón (Tracy) y Pablo (Akin Tamiroff). Al grupo se une posteriormente un solitario vendedor de madera, que convive con 5 perros, llamado El pirata (Frank Morgan), del que se sospecha que tiene una fortuna escondida en algún lugar. Pilón es manipulador, cínico, embrollón y malintencionado, pero encantador. Pablo es el mejor amigo de Pilón, del que hace las veces de colaborador y ayudante. El pirata, tratado de loco, es ingenuo y devoto admirador de San Francisco de Asís. Danny se enamora de la joven portuguesa Dolores Ramírez (Hedy Lamarr), que trabaja como peón en una planta de manipulación y tratamiento de pescado fresco.
    • Hizo de piloto en Piloto de pruebas (Test Pilot, 1938) y en Dos en el cielo (A Guy Named Joe, 194), ambas dirigidas por Victor Fleming. Esta última se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tras su muerte, el mayor Pete Sandidge (Tracy), piloto de un bombardero, se convierte en el ángel guardián de otro piloto, el capitán Ted Randall (Van Johnson), al que no sólo protegerá en las batallas, sino que también ayudará a resolver los problemas con su novia (Irene Dunne). Melodrama bélico de carácter propagandístico y elementos fantásticos. En 1945, fue propuesta como candidata al Oscar a la mejor historia. En 1989, Steven Spielberg hizo un remake titulado Always (Para siempre), ambientado en el mundo de los pilotos de aviones contra incendios

                                                                                                                                   (cont.)






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