sábado, 15 de junio de 2024

Cuentos de fantasía épica que debe ver (II)

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6. Legend (1985), de Lauren Schmidt Hissrich

Lili es una bella princesa a la que le gusta pasear por el bosque encantado. Ella dice que va a ver a unos parientes, pero en realidad va a encontrarse con Jack, un extraño personaje verde. Mientras, una personificación del diablo intentará extender la noche eterna asesinando al unicornio de esas tierras. Aunque no parece que haya salvación, Jack y sus amigos se enfrentarán a él para salvar al mundo y a la princesa.
La fantasía del siglo XXI ha encontrado terreno fértil para subvertir las expectativas. Desde Juego de tronos hasta Damsel, al público moderno le encanta ver fantasía que rompe "las reglas". Y, sin embargo, los fanáticos siempre volverán a los cuentos que popularizaron esas reglas en primer lugar. Legend fue un fracaso de crítica durante su estreno inicial, sólo algunos elogiando el arte visual de la película y la mayoría condenando su historia simplista, a veces desconcertante, del bien contra el mal. De hecho, la historia, que ve al puro corazón Jack (Tom Cruise) enfrentarse al Señor de las Tinieblas (Tim Curry) para salvar al mundo de la noche eterna, ha sido mencionada como el "evento de extinción" que hizo que los estudios se abstuvieran de producir películas de fantasía en la segunda mitad de la década de 1980. Y, sin embargo, el tiempo ha sido benévolo con Legend, ya que el público ha elevado lentamente la película al estatus de culto para proyecciones de medianoche. Con exuberantes imágenes de unicornios y princesas, duendes y reyes demonios, esta fábula de ensueño es una pieza central en el tapiz de las películas de fantasía épica.

7. Dentro del Laberinto (Labyrinth, 1986), de Jim Henson

Sarah debe recorrer un laberinto para rescatar a su hermano pequeño, que ha sido secuestrado por unos duendes y está en manos del poderoso rey Jareth. La niña descubre inmediatamente que ha llegado a un lugar donde las cosas no son lo que parecen. Dirigida por el creador de los Teleñecos. El guionista es Terry Jones, George Lucas es el productor ejecutivo y Frank Oz el animador.
El director Jim Henson mezcló sus típicas marionetas con actores reales, como la caprichosa protagonista, una jovencísima Jennifer Connelly, o el malvado Jareth, interpretado por el cantante David Bowie. La película es tremendamente imaginativa y su atmósfera de oscuro cuento de hadas le va como anillo al dedo –un poco al estilo Alicia en el país de las Maravillas–, hasta el punto de que para muchos se ha convertido en una película de culto. Los efectos especiales, sin embargo, han quedado muy desfasados, aunque mantienen el encanto de lo artesanal. Destaca el tema musical Underground.

8. La princesa prometida (The Princess Bride, 1987), de Rob Reiner

Después de buscar fortuna durante cinco años, Westley (Cary Elwes) retorna a su tierra para casarse con su amada, la bella Buttercup (Robin Wright Penn), a la que había jurado amor eterno. Sin embargo, para recuperarla habrá de enfrentarse a Vizzini (Wallace Shawn) y sus esbirros. Una vez derrotados éstos, tendrá que superar el peor de los obstáculos: el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon) pretende desposar a la desdichada Buttercup, pese a que ella no lo ama, ya que sigue enamorada de Westley.
Se trata de una historia fantástica, apta tanto para niños como para adultos, que retoma el estilo más puro de los cuentos de hadas tradicionales. Está basada en una novela de su mismo guionista, William Goldman, que reconoció haber recibido la idea de sus hijas pequeñas. El encargado de llevarla a la pantalla fue Rob Reiner, director de títulos como Cuando Harry encontró a Sally o Algunos hombres buenosReiner escogió como protagonistas a una joven Robin Wright (entonces solo conocida por su trabajo en el culebrón "Santa Bárbara") y a Cary Elwes interpretando a un pirata al más puro estilo Errol Flynn. También se pueden distinguir caras conocidas de la televisión de la época, como Fred Savage y Peter Falk. Además, los seguidores de Dire Straits podrán disfrutar, también, de una banda sonora compuesta por su líder, Mark Knopfler.

9. Willow (1988), de Ron Howard

Cuento medieval con brujas, enanos y poderes mágicos. En las mazmorras del castillo de la hechicera y malvada reina Bavmorda, una prisionera da a luz a una niña que, según una antigua profecía, pondrá fin al reinado de la hechicera. La comadrona intenta salvar a la niña de la ira de Bavmorda, pero, alcanzada por los perros de presa del castillo, no tiene más remedio que arrojar la cuna al río. Gracias a la corriente, la cuna llega a un pueblo de enanos, donde la niña es adoptada por el valiente Willow. 

Deliciosa película de aventuras fantástica, con monstruos, enanos, dragones, buenos y malvados. Ideal para ver en familia. Val Kilmer borda el papel de aventurero vividor pero con buen corazón. Pese a que los efectos especiales han perdido mucho con el tiempo, el guión –basado en una historia original ideada por George Lucas– sigue siendo entretenidísimo. La épica música de James Horner es excelente y la dirección de Ron Howard no da respiro.

10. La princesa Mononoke (Mononoke-hime, 1997), de Hayao Miyazaki

Con el fin de curar la herida que le ha causado un jabalí enloquecido, el joven Ashitaka sale en busca del dios Ciervo, pues sólo él puede liberarlo del sortilegio. A lo largo de su periplo descubre cómo los animales del bosque luchan contra hombres que están dispuestos a destruir la Naturaleza.
Un robusto mundo de fantasía requiere una gran cantidad de seres míticos, y ningún artista vivo ha soñado con más criaturas mágicas, espíritus vivaces y deidades sobrenaturales que Hayao Miyazaki de Studio Ghibli. En su película de 1997, La princesa Mononoke, el príncipe marginado Ashitaka se ve inmerso en un conflicto entre los espíritus guardianes del bosque y los habitantes de un pueblo minero. Escrita por Miyazaki con un guión doblado al inglés de Neil Gaiman, La princesa Mononoke presenta a sus personajes como simpáticos, ya sea humanizando la difícil situación de los dioses o mostrando la naturaleza maldita del capitalismo del siglo XIV. Y, sin embargo, es el elenco de criaturas imaginativas lo que hace que La princesa Mononoke sea inolvidable. Desde los espíritus del árbol Kodama en miniatura hasta el Dios Ciervo/Caminante Nocturno, este amado cuento de hadas es una celebración de la fantasía sin límites.
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