Charlie Polinger, ganador de la 51 edición del Festival de Cine Americano, obtuvo el Gran Premio del Jurado y el Premio de los Periodistas por su retrato preciso y poderoso de un grupo de chicos, entre escenas cotidianas, juegos de poder y actos crueles.
Tienen 12 o 13 años, son habladores e inquietos, con deseos que crecen más rápido que sus cuerpos, aún prisioneros de la infancia... y una peligrosa aversión a todo lo que los desestabilice y perturbe. En su primer largometraje, presentado en el Festival de Cine de Cannes en la categoría Un Certain Regard, el estadounidense Charlie Polinger nos sumerge en el infierno cotidiano de la preadolescencia masculina. Allí, encerrados durante un campamento deportivo de verano, unos chicos se entregarán a una versión ligeramente menos feroz de El señor de las moscas, entre el waterpolo en la piscina, los dormitorios y los vestuarios.
La trama: En un campamento de waterpolo masculino, un preadolescente de doce años con ansiedad social se ve arrastrado a formar parte de una cruel tradición que ataca a un marginado con una enfermedad llamada 'La Plaga'. Pero a medida que se difuminan los límites entre el juego y la realidad, teme que la broma pueda estar ocultando algo real.

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