El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, es su fuente común de inspiración. Un fresco sobre la locura de la guerra para Francis Ford Coppola o una odisea espacial edípica para James Gray, las dos películas ofrecen su propia adaptación única de la novela de Conrad.
Es la historia de un hombre providencial convocado para encontrar a un oficial del ejército que se ha vuelto incontrolable, al final de un viaje a través de un entorno inhóspito, peligroso e incluso asesino... Durante esta maldita búsqueda, aprende tanto sobre la humanidad como sobre sí mismo: es el escenario de Apocalypse Now (1979), por supuesto, pero también (con algunos detalles) el de Ad Astra (2019), de James Gray, para ver o volver a ver en Netflix. Y por una buena razón, ambas están inspirados, a su manera, en El corazón de las tinieblas. Pero ¿qué obtienen de la novela de Joseph Conrad?
Recordemos:
En Apocalypse Now, nos encontramos en la guerra de Vietnam, al joven Capitán Willard (Martin Sheen), un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, se le ha encomendado entrar en Camboya con la peligrosa misión de eliminar a Kurtz, un coronel renegado que se ha vuelto loco. El capitán deberá ir navegar por el río hasta el corazón de la selva, donde parece ser que Kurtz reina como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard, que le adoran como a un dios.
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Martin Sheen en Apocalypse Now (1979) |
En Ad Astra, el astronauta Roy McBride (Brad Pitt) viaja a los límites exteriores del sistema solar para encontrar a su padre perdido y desentrañar un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta. Su viaje desvelará secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos.
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Brad Pitt en Ad Astra (2019) |
Ambas películas explora temas existenciales y el viaje interior a través de un viaje espacial en Ad Astra, similar a la exploración del río en Apocalypse Now. En la primera, un viaje espacial que se convierte en una exploración del legado familiar, la búsqueda de la identidad y la confrontación con la oscuridad interior. En la segunda, un viaje a través del río Nhe, que se convierte en una metáfora del viaje a la guerra y al corazón de la barbarie. Ambas crean una nueva exploración de la condición humana pero en contextos diferentes.