Diez profesores en pantalla que todos desearíamos tener… o no (II)

6. Profesora desilusionada: Latín para todos (Bis repetita, 2024), de Émilie Noblet

Delphine, una desilusionada profesora de literatura, tiene un acuerdo bien establecido con sus alumnos: ellos la dejan en paz y ella les pone notas altas. Pero el trato se les vuelve en contra cuando sus excelentes (y ficticios) resultados envían a su clase al Campeonato mundial de latín, en Nápoles. Para completar la pesadilla, el demasiado entusiasta sobrino de la directora es elegido para acompañarles. Para salvar la situación y, sobre todo, su cómoda posición, Delphine sólo ve una solución: ¡hacer trampas!

7. Profesor alcohólico: Otra ronda (Druk, 2020), de Thomas Vinterberg

Dicen que la vida es mejor con medio gramo de alcohol en la sangre... Martin (Mads Mikkelsen), un soporífero profesor de historia, decide convertirlo en su lema. Finalmente, cautiva a sus alumnos con una embriaguez que cree poder controlar enumerando a los grandes hombres amantes de la bebida: Churchill, Chaikovski, Hemingway... Un compendio de borracheras con una amoralidad explosiva. Pero después de la euforia, cuidado con el desencanto.

8. Profesor músico fracasado: Escuela de rock (School of Rock, 2003), de Richard Linklater

Jack Black es un fraude. Un rockero endeudado y expulsado de su banda, llega para revolucionar una escuela muy elegante para niños superdotados al introducirlos al sistema binario y los decibelios. Un espectáculo desenfrenado para el músico, más acostumbrado a escenarios ruidosos que a aulas con buen comportamiento. Inquieta a sus alumnos tanto como los divierte.

9. Profesor modelo: Ser y tener (Être et avoir, 2002), de Nicolas Philibert

Tiene la edad ideal para jubilarse, pero solo tiene ojos para los alumnos de su única clase. Es profesor en una escuela de un pequeño pueblo de Puy-de-Dôme y, a lo largo de las temporadas, acompaña a Jojo, el rey de la fotocopiadora, y a sus amigos: Alizé, Axel, Létitia, Jessie, Laura... Entre el aburrimiento y la ensoñación, presenciamos, en este documental ya clásico, el florecimiento de una hermosa relación entre un profesor y sus alumnos.

10. Profesor inspirado: El club de los poetas muertos (Dead Poets Society, 1989), de Peter Weir

"¡Oh, Capitán, mi Capitán!" John Keating es uno de esos maestros que nunca se olvidan, uno que deja una huella imborrable en la vida. Sus alumnos, confrontados con el rigor moral, encuentran en este pedagogo, el primer papel dramático de Robin Williams, esperanza y una filosofía única: Carpe diem. "Disfruta la vida antes de alimentar a los gusanos", les susurra en su primera clase. Y creen en el poder de la poesía porque "las ideas pueden cambiar el mundo. Un verbo, tres palabras, una canción, un poema".

Profesor optimista: Rebelión en las aulas (To Sir, with Love, 1967), de James Clavell

Mark Thackeray, un ingeniero negro sin trabajo, acepta un empleo como profesor de un grupo de estudiantes bastante conflictivos en una escuela de la periferia de Londres. Sus alumnos son insolentes y groseros pero, en el fondo, no tienen malos sentimientos. Al principio intenta ganarse su confianza utilizando los métodos tradicionales, pero fracasa tan estrepitosamente que no tendrá más remedio que recurrir a otras fórmulas.