4. 2001: Una odisea del espacio (2001: a space odyssey, 1968), de Stanley Kubrick
La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por último, durante una misión de la NASA, HAL 9000, una máquina dotada de inteligencia artificial, se encarga de controlar todos los sistemas de una nave espacial tripulada.
La anécdota: Kubrick no creía en las profecías, pero sí en la precisión. Para diseñar su futuro, se rodeó de los mejores cerebros del presente: ingenieros de la NASA, expertos de IBM y figuras clave del MIT como Marvin Minsky, pionero en inteligencia artificial. Cada detalle del decorado, cada interfaz, cada movimiento de HAL 9000 fue supervisado con obsesión científica. Kubrick no quería imaginar el año 2001, quería anticiparlo y acertó en muchos de sus planteamientos. Disponible en HBO Max, Movistar+.
5. Solaris (Solyaris, 1972), de Andrei Tarkovsky
Un psicólogo viaja a una estación espacial orbitando el planeta Solaris, donde los recuerdos de los tripulantes se materializan. Adaptación del clásico de ciencia-ficción del escritor polaco Stanislaw Lem. Una reflexión filosófica sobre la memoria, el duelo y la incomunicabilidad humana, con un enfoque introspectivo y poético.
La anécdota: Stanisław Lem, autor de la novela original, nunca perdonó a Tarkovsky por lo que hizo con Solaris. Acusó al director de convertir su relato filosófico en una historia de “problemas eróticos en el espacio”, y de ignorar por completo el núcleo científico de su obra. Tarkovsky, fiel a su visión, respondió con desdén: Lem no entendía el cine. Para él, no era una adaptación, sino una exploración del alma humana, del duelo, del recuerdo y de la imposibilidad de comunicarse con lo desconocido. Disponible en Filmin.
6. La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza (Star Wars, 1977), de George Lucas
La princesa Leia, líder del movimiento rebelde que desea reinstaurar la República en la galaxia en los tiempos ominosos del Imperio, es capturada por las Fuerzas Imperiales, capitaneadas por el implacable Darth Vader, el sirviente más fiel del Emperador. El intrépido y joven Luke Skywalker, ayudado por Han Solo, capitán de la nave espacial "El Halcón Milenario", y los androides, R2D2 y C3PO, serán los encargados de luchar contra el enemigo e intentar rescatar a la princesa para volver a instaurar la justicia en el seno de la galaxia.
La anécdota: Los diálogos eran tan rígidos que ni los propios actores podían tomárselos en serio. Mark Hamill, Carrie Fisher y Harrison Ford se plantaron ante George Lucas y le pidieron algo insólito en una superproducción: improvisar. Lucas, que escribía cada línea como si fuera una fórmula matemática, aceptó a regañadientes. El resultado fue revelador. Algunas de las frases más memorables de la saga —las que suenan humanas, las que respiran entre explosiones y sables láser— nacieron de esa rebelión creativa. Disponible en: Disney+
7. Encuentros en la tercera fase (Close Encounters of the Third Kind, 1977), de Steven Spielberg
Una noche, cerca de su casa, en Indiana, Roy Neary (Richard Dreyfuss) observa en el cielo unos misteriosos objetos voladores. Desde entonces vive tan obsesionado por comprender lo que ha visto que se distancia de su esposa (Teri Garr). Encuentra apoyo en una mujer que también ha sido testigo de los mismos hechos, y juntos intentan encontrar una respuesta al misterio que ha alterado sus vidas. Al mismo tiempo, un nutrido grupo de científicos internacionales comienza a investigar las apariciones de ovnis y otros extraños fenómenos en la zona. La película explora el contacto con vida extraterrestre desde una perspectiva emocional y humanista, con una puesta en escena memorable.

La anécdota: Cuando Spielberg imaginó el primer contacto con seres de otro mundo, no pensó en criaturas amenazantes ni en efectos digitales. Pensó en movimiento. Para dar vida a los pequeños alienígenas, eligió a niñas de entre 8 y 12 años. Según él, se movían con más gracia que los niños, con una fluidez casi coreográfica que transmitía misterio sin palabras. Disponible en Amazon Video y Apple TV.
8. Alien: El octavo pasajero (Alien, 1979), de Ridley Scott
De regreso a la Tierra, la nave de carga Nostromo interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación. Un clásico del terror espacial que combina atmósfera opresiva y diseño icónico.

La anécdota: La escena del alien saliendo del pecho de Kane no solo marcó un antes y un después en el cine de terror, también dejó a medio reparto traumatizado. Ridley Scott decidió no contarles a los actores lo que iba a pasar exactamente. Quería reacciones reales, sin filtros. Cuando el bicho estalló entre vísceras y sangre falsa, Veronica Cartwright recibió un chorro directo en la cara y se desmayó del susto. Pero el impacto no fue solo emocional: para dar vida al xenomorfo, el equipo usó KY Jelly como saliva y condones triturados para simular los tendones de la mandíbula. Así nació una criatura que parecía sudar, respirar y babear como si estuviera viva. Disponible en Disney+, Movistar+.