1. Hombres de infantería (Take the High Ground!, 1953), de Richard Brooks
El sargento Thorne Ryan, valeroso veterano de la guerra de Corea, ahora se dedica a formar a los nuevos reclutas de la Armada en el Fuerte Bliss de Texas. Pero detrás de la impenetrable rudeza que demuestra con los alumnos, se esconden una serie de experiencias traumáticas vividas en el frente de guerra. Un compañero instructor, el sargento Laverne Holt, le ayuda a superar estos recuerdos. Además, Ryan conocerá a una mujer que le roba el corazón en un bar de Juarez, al otro lado de la frontrera con Méjico. ¿Será esto suficiente para que el soldado olvide sus traumas y pueda tener una vida feliz? ¿O seguirá peleando contra sus demonios internos cada noche mientras de día mantiene una actitud despectiva y violenta hacia sus soldados? Puede que el surgimiento de ciertos celos hacia las atenciones de su conquista amorosa terminen de inclinar la balanza...
El gran Richard Widmark interpreta al implacable sargento de instrucción que no dará respiro a sus jóvenes soldaditos. Elaine Stewart, pretendida por Ryan y por otro suboficial encarnado por Karl Malden, aporta el toque femenino entre tanto muchacho. Al frente de la película se encuentra un director que es sinónimo de calidad, Richard Brooks. Nominada al Oscar: Mejor historia y guión
2. Oficial y caballero (An Officer and a Gentleman, 1982), de Taylor Hackford
Zack Mayo es un joven asignado a la Escuela Naval Militar de los Estados Unidos. Su modo de ser, solitario, desconfiado y testarudo hará que desde el principio le caiga mal al sargento Foley y éste se lo haga saber sin tapujos. Su carácter es incompatible con el lugar en el que se encuentra y será Foley quien intente corregirlo, haciéndole ver que todos necesitamos de los demás. Durante su estancia, los aspirantes a oficiales salen y conocen a las chicas del pueblo. Foley les advertirá de que las muchachas buscan quedarse embarazadas con un piloto para que les resuelva la vida. Sin embargo, Zack conocerá y se enamorará de Paula. Terminará viéndose obligado a elegir entre su carrera militar o su relación con Paula, mientras tanto, durante su aprendizaje lo pasará mal y se llevará más de una sorpresa. Nos adentramos por tanto, en un relato que aborda la fuerza de voluntad junto a una objetiva historia historia de amor.
Popularísima película que cuenta con un montón de sugerentes y calculados atractivos. El amor vence al egoísmo; la amistad triunfa sobre el individualismo; el tesón puede con la desidia. Una película con audacia y un ritmo adecuado, que tiene mucho que ver con la brillante composición musical, y con la moto de Richard Gere. Destaca la inolvidable y oscarizada canción Up where we belong cantada por Joe Cocker y Jennifer Warns. Las escenas de preparación física, con Louis Gosset Jr. como exigente sargento, se han convertido en referente obligado para cualquier película de este corte, no es de extrañar que el actor afroamericano se hiciera con el Oscar al mejor secundario.
(cont.)


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