No hay mucho que desperdiciar en la, por lo demás, ecléctica filmografía de Kathryn Bigelow. Incluso sus películas menores demuestran una sólida destreza narrativa, un dominio perfecto de los códigos y géneros entonces vigentes en Hollywood. Porque sí, Bigelow es cine estadounidense por excelencia. Un cine firmemente anclado en su tiempo y en la historia de Estados Unidos, un país con el que mantiene una relación compleja, entre la fascinación y la repulsión. Al igual que James Cameron, con quien compartió su vida apenas un par de años, Kathryn Bigelow ha dirigido relativamente pocas películas: once películas en cuarenta y tres, sin contar cortometrajes y documentales.
Su producción se inicia con The Loveless (1982), codirigida con Monty Montgomery. Vance (Willem Dafoe) y su banda de motoristas matan el aburrimiento en una ciudad sureña dando gas a sus motos, bebiendo cerveza y escuchando rock & roll. Pronto la gente local comienza a mostrarse intranquila con la ruidosa presencia de la banda en el pueblo... Debut de la directora Kathryn Bigelow con una violenta historia de pandilleros y motoristas ambientada en los años 1950. A pesar de ser en su día calificada por la crítica de efectista, sin argumento y una mala copia de The Wild One" tuvo sus seguidores, que la aclamaron como una incomprendida película de culto.
Un lustro más tarde, dirige, esta vez en solitario, Los viajeros de la noche (Near Dark, 1987), un western vampírico que trata sobre un joven cowboy, seducido por una chica nueva en la ciudad, descubre que ha sido mordido por un vampiro. Lentamente se convierte en una criatura de la noche, una raza compuesta por hombres y mujeres que vagan sin rumbo, alimentándose con la sangre de sus víctimas. Frente a estos zombis vampiros, sólo queda una cosa: "rezar para que salga la luz del día". Bigelow logró la dirección de Los viajeros de la noche tras convencer al productor del film de su propia valía como futura realizadora.
En 1990, dirige un thriller policíaco Acero Azul (Blue Steel), que narra como en su primera noche patrullando, la agente de policía Megan Turner (Jamie Lee Curtis) se ve obligada a matar a un ladrón durante el atraco a un supermercado, pero es suspendida del servicio cuando no se encuentra el arma del asaltante. Además, a partir de ese momento, Megan se verá acosada por uno de los clientes (Ron Silver) que se encontraba en el establecimiento cuando sucedieron los hechos. Una cinta, con una historia algo enrevesada, cuyo mayor aliciente fue poner de protagonista a una estupenda Jamie Lee Curtis, seducida por un cínico Ron Silver.
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