jueves, 31 de julio de 2025

E.T.: El extraterrestre que nos robó el corazón y marcó a toda una generación

Un bosque, una bicicleta y una criatura perdida entre dos mundos. Con E.T., el extraterrestre (E.T. The Extra-Terrestrial, 1982), Spielberg no solo nos habló de extraterrestres, sino también de soledad, ternura y redención. Una película que no solo conquistó la taquilla, sino que se instaló en la memoria colectiva. ¿Qué secretos esconde su rodaje y por qué sigue tocándonos el alma después…?
La película, cuyo rodaje se llevó a cabo entre septiembre y diciembre de 1981, en California, de manera cronológica para conseguir actuaciones emocionales y más convincentes, tuvo un presupuesto de 10.5 millones de dólares estadounidenses y se convirtió en un éxito de taquilla. E. T. fue la película más taquillera en su momento, superando, incluso, a Star Wars (1977) y solo otra película dirigida por Spielberg le robó el mérito: Parque Jurásico (1993). Los críticos la aclamaron como una historia intemporal de la amistad y la sitúan como la película de ciencia ficción más grande alguna vez realizada. Se reestrenó en 1985 y en 2002 para celebrar su vigésimo aniversario, con planos y escenas adicionales modificadas y con poca afinidad por el público debido en gran parte a la artificial incursión y sustitución por CGI de muchos de los planos donde aparece el extraterrestre.
En 1994, la cinta fue incluida en el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación, por ser cultural, histórica y estéticamente significativa.
Un pequeño ser de otro planeta se queda abandonado en la Tierra cuando su nave, al emprender el regreso, se olvida de él. Está completamente solo y tiene miedo, pero se hará amigo de un niño, que lo esconde en su casa. El pequeño y sus hermanos intentan encontrar la forma de que el pequeño extraterrestre regrese a su planeta antes de que lo encuentren los científicos y la policía.

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