lunes, 30 de junio de 2025

Diez películas, que fueron criticadas ferozmente al estrenarse, son celebradas hoy (III)

5. Showgirls (1995), de Paul Verhoeven

La joven y ambiciosa Nomi Malone (Elizabeth Berkley) viaja a Las Vegas con el objetivo de convertirse en una estrella del espectáculo. Empieza trabajando como bailarina de strip-tease, pero acaba consiguiendo una audición para cantar en el coro de una obra del Casino Stardust, donde trabaja la starlette Cristal (Gina Gershon). Sin embargo, Nomi no tardará en darse cuenta de que el mundo que la rodea es más duro y menos brillante de lo que pensaba.
Una película realizada por el equipo que triunfó con la perturbadora Instinto básico, que de nuevo quiso recurrir al sexo para meterse al público en el bolsillo: el director Paul Verhoeven, el guionista Joe Eszterhas, y el productor Alan Marshall. Se trata de un recorrido por el degradado mundo de los locales de striptease que en Las Vegas conviven con los sofisticados casinos. Hay sexo explícito con ciertos tintes de intelectualidad y varios números eróticos. Todo ello, más unos lujosos decorados y una cuidada banda sonora, al servicio del morbo.

6. El club de la lucha (Fight Club, 1999), de David Fincher

Un joven hastiado de su gris y monótona vida lucha contra el insomnio. En un viaje en avión conoce a un carismático vendedor de jabón que sostiene una teoría muy particular: el perfeccionismo es cosa de gentes débiles; sólo la autodestrucción hace que la vida merezca la pena. Ambos deciden entonces fundar un club secreto de lucha, donde poder descargar sus frustraciones y su ira, que tendrá un éxito arrollador.
Esta película se basa en la célebre novela del ‘moderno’ joven Chuck Palahniuk. David Fincher la asume y filma con una estructura moderna, repleta de símbolos y fantasías urbanas. Y da un aviso para navegantes del nuevo milenio: ojo al infierno moral en que se está convirtiendo la sociedad actual; ojo a males endémicos como la soledad y la falta de comunicación; ojo a un mundo consumista, competitivo, cruel, donde la preocupación por el otro baja por enteros. ¿Es pesimista Fincher? Que cada uno se asome a la ventana de su casa (o a la televisiva, o a la del ordenador) y juzgue.

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