Filmografía (continuación):
El jardín (The Garden, 1990)
Interpretación personal de la pasión de Cristo a través de la mirada de Jarman. Dos amantes son humillados, arrestados y torturados en este collage no lineal que expresa las profundas y mas personales del director.
Tilda Swinton es una especie de madonna en decadencia en medio de un paisaje industrial y desolado. Pero el jardín es también una metáfora del paraíso, un refugio en la naturaleza. El uso del Super 8 y el 16mm le permitieron la incorporación de gestos manuales y fluidos, solo posibles con una cámara liviana.
Eduardo II (Edward II, 1991)
En el siglo XIV, el Rey de Inglaterra Eduardo II se enamora de un joven de origen humilde, Piers Gaveston (Andrew Tiernan), al que colma de títulos, como Conde de Cornualles o Señor de la isla de Man. La fría reina Isabella (Tilda Swinton), asqueada porque Eduardo prefiere a Gaveston en vez de a ella, aceptará un plan del malvado Mortimer (Nigel Terry) para, primero, deshacerse de Gaveston, y después, derrocar a su marido y conseguir el poder de Inglaterra.
Basada en la obra de teatro Eduardo II de Christopher Marlowe. Valiéndose de toda clase de anacronismos ―como mezclar en la ambientación y los vestuarios los estilos de la época isabelina y el siglo XX―, la película traza una analogía entre la Edad Media y la sociedad actual, en la que Jarman denuncia la persistencia de las actitudes frente a la homosexualidad, el sexo, el cuerpo y el pecado que se desarrollaron en el Medioevo europeo.
Wittgenstein (1993)
Basada en la vida y la obra del pensador vienés Ludwig Wittgenstein, uno de los grandes filósofos europeos del siglo XX. Wittgenstein se presenta a sí mismo como un niño prodigio, nos muestra a su familia y debate problemas filosóficos con un marciano.
La historia no se desarrolla en un ambiente tradicional sino más bien contra un fondo negro, lo que acerca el resultado de la cinta al teatro.
Blue (1993)
En una pantalla siempre azul, una banda sonora entretejida de voces, efectos sonoros y música intenta ser una especie de retrato de Derek Jarman y sus experiencias con el SIDA, además de un análisis de los conceptos asociados al color azul. Todo ello sin concesiones al sentimentalismo o a la autocompasión e incluso recurriendo de vez en cuando a la ironía o el humor.
Es su último largometraje, estrenado cuatro meses antes de su muerte por complicaciones relacionadas con el SIDA . Tales complicaciones ya lo habían dejado parcialmente ciego en el momento del estreno de la película y solo podía ver en tonos de azul.